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El aprendizaje es integral

ROLANDO CRUZ GARCíA

"Estudia no sólo para saber

Algo más, sino para saber

Algo mejor"

Séneca

Cada vez nos damos cuenta que las personas necesitamos aprender de forma permanente y diferente a como se enseña en la escuela, ya que se sigue promoviendo un aprendizaje memorístico, repetitivo, mecánico, desfasado, inservible, descontextualizado, aburrido y sin sentido para el que aprende.

Por esta razón debemos voltear hacia la nueva forma de aprender, es decir de una forma integral, convergente, heterogénea, diversa, alegre, comprensiva, contextualizada y ampliamente aplicativa; nos referimos a promover y propiciar el aprendizaje de los diversos contenidos curriculares bajo nuevos enfoques más actuales y creativos.

Los contenidos que se enseñan en las escuelas, a través de planes y programas de estudio de todos los niveles educativos, pueden y deben agruparse en conocimientos conceptuales (también llamados declarativos), en saberes procedimentales (que se traducen en poder hacer algo con aquello que aprendemos) y en saberes actitudinales (que se reflejan en la personalidad del que aprende).

En el aprendizaje de contenidos conceptuales o declarativos, definidos como aquellas competencias referidas a datos, hechos, conceptos y principios; algunos prefirieren denominarlo como conocimiento declarativo, porque es un saber que se dice, que se declara o que se conforma por medio del lenguaje.

Dentro del conocimiento declarativo puede hacerse una importante distinción taxonómica, que tiene consecuencias pedagógicas: El conocimiento factual, es el que se refiere a datos y hechos que proporcionan información verbal y que los alumnos deben aprender en forma literal o "al pie de la letra". Algunos ejemplos de este tipo de conocimiento son los siguientes: el nombre de las capitales de los distintos países, la fórmula química del ácido sulfúrico, las diversas etapas históricas del país, etc.

El conocimiento conceptual, es más complejo que el factual. Se construye a partir del aprendizaje de conceptos, principios y explicaciones, los cuales no tienen que ser aprendidos en forma literal, sino abstrayendo su significado esencial o identificando las características definitorias y las reglas que los componen.

El aprendizaje de los contenidos procedimentales, es el saber hacer o el saber a partir de procedimientos, es aquel conocimiento que se refiere a la ejecución de estrategias, técnicas, habilidades, destrezas, métodos, etc. Se puede asegurar que a diferencia del saber declarativo y teórico, el saber procedimental es de tipo práctico, porque está basado en la realización de varias acciones u operaciones.

Los procedimientos, nombre que se puede utilizar como genérico de los distintos tipos de habilidades y destrezas mencionadas, pueden definirse como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecución de una meta determinada; algunos ejemplos de procedimientos pueden ser: elaboración de resúmenes, ensayos o gráficas estadísticas, el uso de algoritmos u operaciones matemáticas, elaboración de mapas conceptuales, el uso correcto de algún instrumento.

Tomando en cuenta lo anterior, durante el aprendizaje de procedimientos es importante clarificarle al alumno la meta a lograr, la secuencia de acciones a realizar y la evolución temporal de las mismas, asimismo se establece que un aprendizaje de este tipo ocurre en etapas que van desde la apropiación de datos relevantes y sus condiciones, la actuación o ejecución de la técnica, la automatización del procedimiento, hasta el perfeccionamiento de tal procedimiento.

En el aprendizaje de contenidos actitudinales y valorales, la actitud se sostiene como un constructo que media nuestras acciones y que se encuentra compuesto por elementos básicos: un componente conductual, una experiencia cognitiva que implica juicios evaluativos, una cualidad que denota aprecio, admiración o estima.

En las instituciones escolares el aprendizaje y la enseñanza de las actitudes y valores han sido poco estudiados en comparación con los otros contenidos. Sin embargo, a la luz de la investigación reciente realizada sobre los mecanismos y procesos de influencia en el cambio de actitudes y en la construcción de valores, se aprecia que el aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores como las experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas, la información y experiencias novedosas y el contexto sociocultural.

Hay muchas actitudes que las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer y otras que se deben erradicarse. Las aportaciones del constructivismo en este aspecto es más que evidente, ya que la escuela no puede centrarse en la recepción repetitiva de información factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significativas, que permitan no sólo adquirir información valiosa, sino que incidan realmente en el comportamiento de los alumnos, en la manifestación del afecto o emoción moral, en su capacidad de comprensión crítica de la realidad que los circunda, en el desarrollo de habilidades específicas para el diálogo, la autodirección, la participación activa, la cooperación o la tolerancia.

Como podemos constatar, aprender tiene una enorme complejidad desde los distintos tipos y formas de aprendizaje. Los profesores estamos llamados a revisar profundamente el cómo los alumnos se apropian de todos los saberes de una forma integral, es decir unificando los distintos tipos de conocimientos, en un mismo acto educativo, por lo que la empresa es de enormes dimensiones.

Agradezco sus comentarios a: rolexmix@hotmail.com

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