El defensa del FC Barcelona Eric Abidal (c)deberá someterse a un trasplante de hígado por lo que no estará presente en los cuartos. EFE
El FC Barcelona, vigente campeón de la Liga de Campeones, tiene un camino minado para llegar a la final de este año, que se jugará en el estadio del Bayern de Múnich, después de haber quedado hoy emparejado con el Milan de Slatan Ibrahimovic, contra el que ya se midió en la fase de grupos.
La única ventaja que ha conseguido hoy el equipo que entrena Josep Guardiola es que el sorteo ha deparado un partido de vuelta en el Camp Nou, donde si el Barça es capaz de eliminar al potente equipo italiano se medirá al ganador del Benfica-Chelsea, dos rivales con los que ya se ha enfrentado también en las últimas ediciones de la Liga de Campeones.
El último Barça-Milan, con el doble partido en la fase de grupos de este año, se resolvió favorablemente a los azulgrana, que si bien cedieron un empate en el Camp Nou en los últimos minutos (2-2), fueron claramente superiores en Milán (2-3).
Para este doble enfrentamiento, el Barcelona ya no podrá contar con su defensa Eric Abidal, después de que se conociese ayer que el francés deberá someterse a un trasplante de hígado. El jugador, que levantó el año pasado la copa de campeón de Europa, no podrá repetir la acción este año, aunque su equipo logre el mismo trofeo.
Quien sí que se espera que esté en forma es el chileno Alexis Sánchez, quien hace unas semanas sufrió una pequeña rotura fibrilar en el abductor de la pierna derecha.
También se espera la reaparición de Thiago Alcántara, de baja las últimas semanas con una periostitis del tercio distal de la tibia derecha.
El resultado del sorteo de hoy está lejos de las preferencias del técnico azulgrana, que no quería al Milan ni en pintura, porque quería evitar encontrarse con el grupo italiano y porque el conjunto del exbarcelonista Ibrahimovic se encuentra en clara ascensión y líder del Calcio.
En el choque, Ibrahimovic tendrá la ocasión de jugar por primera vez en el Camp Nou tras su marcha. En el partido de la fase de grupos, el sueco se cayó de la convocatoria por problemas musculares, mientras que en la vuelta jugó y marcó uno de los dos goles de su equipo.
Después de algunos exabruptos dirigidos por el atacante milanista contra el Barça, y concretamente contra Josep Guardiola, las aguas se calmaron, fundamentalmente porque en el equipo azulgrana no se quiso responder a las embestidas de Ibra, especialmente a raíz de la aparición de un libro en el que llegó a confesar que estuvo a punto de agredir al preparador barcelonista.
El sueco tendrá la ocasión en el partido de vuelta de regresar al que fue su estadio durante una temporada, pero en el que, a pesar de ofrecer un rendimiento más que aceptable, no acabó de cuajar con el aficionado ni de erigirse en un jugador estrella.
Precisamente fue en la Liga de Campeones, en las semifinales contra el Inter, que la actuación de Ibrahimovic le sacó de la titularidad.
El sueco jugó la vuelta en el Camp Nou, en la que el Barça quedó eliminado y él acabó sustituido, y a partir de entonces perdió la confianza del técnico y con ello también ser indiscutible en la titularidad.
Al final, el Barcelona decidió prescindir de sus servicios y tras su marcha de desató una guerra dialéctica, aunque unidireccional, ya que todos los ataques provinieron del entorno del jugador.
La publicación de su biografía resultó ser el clímax de los ataques, tras la cual la intensidad a la espera de si el sueco recupera en esta eliminatoria el hilo argumental o zanja sus acometidas.
