EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El caso MVS

GILBERTO SERNA

Uno presume de su capacidad para saber de todo en la vida, pero hete aquí que cuando de asuntos radiotecnológicos se trata, estamos frente a cuestiones de las que no sabemos ni papa. Bueno no tanto. Sabemos cómo prender la radio dándole vueltas al botón que nos da de inmediato el sonido. No siempre ha sido así, recuerdo los radios de galena que mi tío decía, cuando se escuchaba únicamente estática, ruidos extraños, los atribuía a que estaba haciendo viento en Metalúrgica, en tanto mi tía los achacaba a alienígenas llegados del planeta Marte, ya desde ese entonces los describía, con gran imaginación, como seres de color verde con dos antenas receptoras en una cabeza desproporcionadamente grande en relación con las demás partes del cuerpo. Es esta una idea que seguramente partió del año de 1908 cuando el astrónomo norteamericano Percival Lowell, en aquellos años, investigador de gran prestigio en el mundo de la ciencia, llegó a la conclusión de que había canales construidos por seres inteligentes para llevar agua desde los casquetes polares hasta las regiones desérticas, dado que la superficie marciana, era un terreno raso y desabrigado, (si usted va por carretera a Chihuahua, a la altura de Sierra Bandera, verá un páramo en lo que se llamaba Estación Yermo, cuando el ferrocarril hacía parada para recoger pasajeros, haga de cuenta que está usted en el planeta rojo, sólo nos faltaría el Curiosity); hablemos de espectros, mas no se crea que estaré refiriéndome a imágenes de fantasmas de seres que fueron y ya no son, ni tampoco a funcionarios cuyas muecas resultan horribles al ser exhibidos, sino de fenómenos ondulatorios resultado de la dispersión de un conjunto de radiaciones de tal manera que resulten separadas las de distinta frecuencia, así el espectro electromagnético es un conjunto de mayor longitud, como las ondas de radio hasta los que tienen menor longitud, como los rayos gamma.

Pero dejemos de lado las ondas y los rayos, ya que he confesado lo poco o nada que sé a ese respecto, sí se menciona una banda, la única a la que podría referirme sería a la Municipal que tocaba los domingos en la Plaza de Armas, me fascinaba el trombón que semejaba el berrido de un elefante marchando a paso marcial mientras cruzaban lo alpes comandados por el cartaginés Aníbal, la cosa es que MVS se agarró del chongo con el Gobierno reclamando ciertas conductas: tú me pediste que yo la silenciara, no fue muy lejos por la respuesta, tú fuiste el que me ofreció su cabeza.

En un dimes y diretes, que rebasa el respeto que ambas partes se deben, pues hasta ahora viajaban en el mismo carro, de un diálogo respetuoso brincaron bruscamente a un reclamo de chisme de vecindad que yo dije, que tú me dijiste, que si patatán que si patatín, que no son sino argucias del que no quiere entrar en razones o el uso de argumentos opuestos, de los que no resulta nada, y es lógico, están en juego muchos intereses, por ahora lo que menos importa es el dinero, está en juego nada menos que el poder, ambas partes cuentan con el respaldo de terceros que se mueven en las sombras, pero que están pendientes de las piezas del ajedrez que juegan los hombres de enfrente, sabedores de que el Gobierno nunca pierde y que cuando pierde suele arrebatar. El exsecretario del Trabajo, Javier Lozano dijo: es una lástima que a Joaquín Vargas le importe más el dinero que la lealtad y la amistad.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 779063

elsiglo.mx