Lo fundamental en cualquier ejercicio mental es huir de la rutina, darle estímulos al cerebro para que nunca se acomode y siempre se enfrente a nuevos retos. INGIMAGE
Al igual que el resto del cuerpo, el cerebro necesita ejercitarse como si pudiera perder fuerza, ánimo o masa muscular. En su caso, pierde capacidades y neuronas, lo que aunque sea algo inevitable, se puede no acentuarse entrenado el cerebro para que sea un órgano más fuerte y más sano. Y es que podemos ayudarlo a no perder la memoria y la percepción con ejercicios sencillos y cotidianos, al alcance de cualquiera.
En los últimos años ha aparecido una interesante técnica llamada neuróbica, o aeróbica de las neuronas. Se trata de unos juegos específicos para diferentes capacidades del cerebro, como memoria, concentración, estrategia, observación o aptitud espacial. Estos juegos también han sido catalogados como ‘brain-training’, o entrenamiento cerebral.
Recientes estudios han probado que los efectos de este ejercicio no son tan efectivos una vez el usuario ya conoce el juego, de manera que siempre deberían ser personalizados y hacer avanzar al usuario en función de sus necesidades, ya que lo fundamental en cualquier ejercicio mental es huir de la rutina, darle estímulos al cerebro para que nunca se acomode y siempre se enfrente a nuevos retos.
Aunque esto parezca algo estresante, oxigena la cabeza y le permite tener más agilidad y no acomodarse. Por ello, los primeros ejercicios que se recomiendan a las personas con primeros problemas de memoria trabajan en este sentido. Por ejemplo, ir a hacer la compra sin una lista previa, vestirse con los ojos cerrados, buscar detalles nuevos en imágenes que hemos visto muchas veces o usar la mano contraria para diferentes actividades, como cepillarse los dientes, llevar el reloj o comer. Esto es muy efectivo para ser consciente de las actividades que normalmente hacemos, aunque usando más activamente el cerebro. Es por ello que la neuróbica siempre encuentra en los juegos sus ejercicios más eficaces, porque se trata de poner en contacto a ambos hemisferios del cerebro para no dejar que se acostumbre a actuar siempre igual.
Uno de los principales estudiosos de este fenómeno, el neurocientífico Shlomo Breznitz, aseguró que una persona sana tiene un 30% menos de posibilidades de padecer alguna de estas enfermedades, por lo que muchos de estos ejercicios son el primer medicamento de personas que empiezan a desarrollar falta de memoria, e incluso en aquellos que comienzan a mostrar síntomas de alzhéimer o demencia senil. No obstante, mantener el cerebro activo y con retos se recomienda a todas las personas, especialmente a partir de la mediana edad y en los periodos de jubilación.
