Continuación artículo anterior. Con conciencia de tantas mentiras y simulaciones involucradas en el tema del Parque La Esperanza, es oportuno mencionar la participación del CP Jorge Herrera Caldera, gobernador del Estado, interviniendo bajo consideraciones factibles a su investidura, incluyendo en este artículo...
...algunas acotaciones directas y un resumen de las mismas:
1. El Municipio de Gómez Palacio, Durango carece de suficientes superficies destinadas para áreas verdes (4.27 m2/habitante, cantidad debajo de la Norma Mundial de Salud) y presenta la necesidad de generar infraestructura para la prestación de servicios públicos de interés colectivo.
2. El terreno de la antigua Empresa Jabonera La Esperanza "es un punto estratégico para la creación de un Parque Ecológico y Recreativo, así como para la construcción de un espacio que albergue diversas oficinas del Gobierno del Estado", donde "se han considerado dos polígonos de los terrenos de la extinta empresa con superficies de 75,333.72 m2 y 4,828.42 m2".
3. "De acuerdo a los antecedentes catastrales, las superficies antes descritas reportan un valor de 48 millones 375 mil 959.42 pesos".
4. Desde el año 2008 el Gobierno del Estado de Durango entabló comunicación con la propietaria y el Gobierno del Municipio de Gómez Palacio, por lo que en abril 2008 "el Gobierno del Estado entregó una aportación por la cantidad de 10 millones 700 mil pesos". "Para tales efectos, el gobierno de Gómez Palacio celebró un contrato de promesa de compraventa con la propietaria, a fin de que una vez resueltos los litigios de carácter legal que enfrenta aquella, se transmitiera el dominio de los polígonos mencionados en el punto anterior a favor del Gobierno del Estado, para realizar los dos proyectos antes descritos". Agregando que "ese mismo año, durante el mes de junio, el Gobierno del Estado entregó una segunda cantidad de 12 millones 475 mil 959 pesos". Ambas aportaciones con cargo al Ramo 23 (Apoyos Federales).
5. "El Gobierno del Estado ha tenido conocimiento de que la propietaria no ha concluido los litigios (legales) que le permitan concretar la operación de compraventa pactada en el contrato de promesa mencionado en el punto anterior".
6. Finalmente existió un procedimiento de quiebra de la propietaria en el Juzgado Primero del Ramo Civil de la ciudad de Gómez Palacio, Durango, expediente 673/86. "En ese tenor, con fecha 30 septiembre, se notificó al citado Juzgado, el trámite de la expropiación de las superficies de terreno antes mencionadas, a efecto de notificar formal y fehacientemente al propio juzgado y a la propietaria, la presente expropiación. Por otro lado, obra en los archivos del Gobierno, escrito suscrito por la representante legal de la propietaria, en el que manifiesta su anuencia y conformidad tanto con el trámite de expropiación en comento, así como con el valor de la indemnización a que se refiere el artículo 9 de la ley de la materia".
Así, el 7 de septiembre de 2011 se publicó en el Periódico Oficial, de manera sorpresiva y desconcertante, declarándolos de Utilidad Pública, la expropiación a favor del Gobierno del Estado de Durango, los terrenos con superficies de 75 mil 333.72 m2 y 4 mil 828.42 m2 (antigua Jabonera La Esperanza). El pago de indemnización al propietario, por diferencia del valor catastral menos las dos aportaciones de 2008, sería por 25 millones 300 mil pesos y se realizaría 30 días después de que las superficies expropiadas formen parte del patrimonio del Gobierno Estatal.
Sin considerar un segundo proyecto elaborado o subcontratado por Obras Públicas Municipales, y dada la pasividad e ineficacia de solución de las autoridades encabezadas por Rocío Rebollo, el gobernador Herrera Caldera decidió accionar y tocar puertas, considerando y gestionando apoyos ante todas las posibilidades, buscando autoridades y amigos deseosos de apoyar y servir a Gómez Palacio, moviéndose igual o ligeramente más que nuestra fotogénica alcaldesa y su genial equipo de especialistas.
Los esfuerzos dieron resultados. Con una inversión inicial de 50 millones, en septiembre de 2011 el estratega gobernador Herrera y la presidente de Gómez Palacio, colocaron la primera piedra y árbol del Parque Ecológico La Esperanza, recalcando ambos la importancia de contar con un principal pulmón verde en la ciudad y el paseo más importante de La Laguna. Ocasión que aprovechó el formado Consejo Ciudadano de Vigilancia de los trabajos para pisar por única vez dicho terreno.
Sin contar desde el inicio con el permiso del INAH (Art. 6 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y Art. 44 del reglamento de dicha Ley, que habla del permiso de las obras que se realicen en predios colindantes a un monumento); de no exhibir públicamente los constructores (por reglamento) sus permisos de construcción; sin posibilidad de acceso de la ciudadanía al expediente de Obras Públicas y Desarrollo Urbano para verificar el finiquito de la papelería para su evaluación y aprobación municipal; de pequeñas discrepancias con Semarnat; y de depositar la responsabilidad, profesionalismo y capacidad en Secope-Laguna, el Municipio se desligó de dicha obra (actitud usual e inadmisible). Todo marcha tranquilo y sin participación ciudadana.
Para diciembre de 2011 surgió la idea estatal de incluir un Museo Interactivo y en febrero de este año la posibilidad de cambiar el concepto del parque. Si no brota otra idea (por supuesto no consensada con la ciudadanía gomezpalatina), le proponemos al gobernador se conserve el proyecto inicial de fortalecer nuestro principal pulmón verde, y que con apoyo del Gobierno del Estado, encabezado por el lagunero Jorge Herrera Caldera, se realicen dos nuevos proyectos más: el Museo Interactivo (con otra ubicación y magnitud; obra para beneficio y uso de toda La Laguna) y la regeneración del área urbana central que una Parque Ecológico La Esperanza-Presidencia Municipal-Plaza principal, participando los gobiernos federal, estatal y municipal, junto con la sociedad civil. ¿Contamos con usted, señor gobernador? Con otra proposición, ¡que el Municipio no se encargue del proyecto ni de la obra! ¡Les quema el dinero en las manos!
Así, principie usted revirtiendo efectiva y realmente, el concepto que todos los comarcanos de La Laguna de Durango tenemos de que en el Estado, de manera cualitativa y cuantitativa, las obras van para la ciudad capital. Los que nacimos en Gómez Palacio queremos incrementar nuestro orgullo con el de sentirnos parte del Estado. Entonces, con alegría, satisfacción y como duranguenses podríamos decir como un parteaguas en la historia: "antes de y después de Jorge Herrera Caldera".
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