El arribo del tren de vapor a "Estación Lerdo" en septiembre de 1883, aproximadamente a 5.5 kilómetros distante de la Villa de Lerdo de Tejada, Durango, implicó resolver los problemas de movilidad de pasajeros, estatal y regional, hacia el sistema ferroviario por parte de los particulares, quienes desarrollaron dos acciones: la creación de la empresa Diligencias Centrales (decreto del 17 septiembre 1883), cuyo objetivo era efectuar viajes de la población de la Villa de Lerdo a la ciudad de Durango y viceversa; y la aprobación de la siguiente concesión: "Artículo único. Sin perjuicio de tercero, se concede al C. Jesús Mesta y socios el derecho de establecer tranvías de Mapimí y Villa de Lerdo a las estaciones más próximas del Ferrocarril Central. Victoria de Durango, octubre 13 de 1883". Esto marcó el inicio del transporte terrestre de la futura Comarca Lagunera: el ferrocarril, los tranvías y la carreta con tiro mular.
El nuevo centro circunvecino a la Estación Lerdo crecía rápidamente en población y comercio, cuestión que a la larga derivó en una problemática de transportación, carencia que pronto encontró solución en la nueva sociedad empresaria local, ya que no solo cubriría un servicio de transporte entre Gómez Palacio y Lerdo, sino que además ofrecería un traslado con mayor rapidez, más cantidad de pasajeros por coche, y mejor aún, con comodidad. Así nació el tranvía de tracción mular ("tranvía de mulitas"), combinando el sistema de ferrocarril-carreta de mulas, que para esas fechas ya funcionaban en ciudades importantes del país, como México, Veracruz, Guadalajara, Tampico, Monterrey y Durango capital. Proyecto que en 1887 gomezpalatinos y lerdenses vieron cristalizado este innovador tipo de transporte.
Al respecto, la legislatura del estado de Durango decretó "Artículo único. Se concede a la compañía de Tranvías de Villa Lerdo, exención de toda contribución directa o indirecta así del Estado como del Municipio sobre el capital que invierta en la construcción y equipo del ferrocarril urbano que se propone establecer por el término de veinte años, contados desde la fecha de la concesión... Victoria de Durango, Noviembre 12 de 1887". Su capital social inicial fue de 51.5 mil pesos, situando su sede en la Villa de Lerdo de Tejada.
Contaba con dos estaciones: en Villa de Lerdo, a un costado del actual Parque Victoria; y en Gómez Palacio, en la calle Ampuero (hoy Francisco I. Madero), colindando con el Gran Hotel Unión (hoy Monárrez), frente al área de la estación del ferrocarril. Proporcionaba dos servicios de tranvías: para pasajeros, utilizando carros chicos de madera, abiertos, para seis u ocho personas, y el de carga, utilizando carros-plataforma, tirados por un cochero y acompañados de dos cargadores. Los carros se deslizaban por rieles, más angostos que los de las compañías ferroviarias, perfectamente nivelados, haciendo la carga más ligera para los animales. El sistema llamado "tranvía de mulitas" de la compañía Tranvía de Villa Lerdo, orgullosamente, fue la primera compañía transportista asentada de la futura Comarca Lagunera, 100% lerdense y gomezpalatina.
Para junio de 1898, la empresa cambió de denominación social: Tranvías de Lerdo a Torreón, SA, aumentando su capital social a 103 mil pesos. El propósito fue extender la línea del tranvía de mulitas hasta la naciente Villa de Torreón. En agosto del mismo año, quedó inscrito el registro de la Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica, SA, instalándola en Gómez Palacio, proporcionando sus servicios a la industria y población de Gómez Palacio y Lerdo, pudiendo extender sus operaciones a la Villa de Torreón, que sumado a la concesión otorgada al licenciado Manuel José Othón, en marzo de 1898, para instalar el tranvía eléctrico, se dieron los pasos necesarios para formalizar el nuevo transporte en la Comarca Lagunera: el tranvía eléctrico.
Así como en nuestros orígenes, representantes oficiales y sociedad civil se unían para proponer y llevar acciones que solucionaran, no sólo los problemas diarios como población, sino paralelamente pensaban y actuaban para ser un Gómez Palacio vanguardista, nuestras autoridades de 2011, para celebrar nuestros 106 años de haber sido reconocidos oficialmente como municipio y ciudad, inspirados en seguir progresando y realizando obras y acciones que los asemejen al espíritu de grandeza de antaño, inauguraron seis nacimientos: el monumental en la presidencia municipal, en Villa de Gregorio García y en la colonias Chapala, Solidaridad, Mayagoitia y Hamburgo, todos ellos llenos de luz, alegría, bolos y espíritu. De esta manera solucionan nuestros problemas, carencias y necesidades, tanto como habitantes y comunidad, dejando para 2012 lo poco que en un descuido llegara quedar.
En cambio, Durango capital sigue avanzando. El pasado viernes 16 de este mes, el gobernador inauguró la segunda etapa del corredor peatonal de la calle Constitución, obra ubicada en el corazón del centro histórico, con una extensión aproximada de 600 metros, que une la calle 20 de noviembre con la avenida Dolores del Río. Su propósito es continuar rescatando la estructura y arquitectura de la ciudad, en especial de la época porfiriana. La obra: espectacular, con imagen urbana y calidad. El ambiente: de alegría, música y participación de todos los sectores de la comunidad, desarrollando en su trayecto una pastorela actuada por niños y jóvenes ataviados magistralmente, realizando finalmente en Las Alamedas un convivio popular, que incluyó la rifa de 100 bicicletas. En su recorrido, al paso del gobernador Herrera Caldera, espontáneamente entre la multitud se oyó una felicitación por los trabajos realizados y una petición: "¿cuándo tendremos una obra como ésta en Gómez Palacio?" Al escucharla el mandatario se detuvo y volteó hacia el ciudadano, con su característica sonrisa, y la seguridad del compromiso y la palabra a cumplir, respondió: "el próximo año hay mucha obra para Gómez Palacio". Se insistió: "¿y el edificio del archivo histórico?". La respuesta fue: "muy pronto".
Al parecer el gobernador sí formula promesas, y además, las cumple y hace historia. Los habitantes de Gómez Palacio desean que se retome el camino del servidor público municipal visionario, soñador de grandezas, planeador, organizador, transparente y con un amor sincero a su terruño. Feliz Navidad.
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