YA SONARON LAS ALARMAS con relación al llamado "Dragón Mart". Se trata del segundo proyecto de China más grande del mundo después de Dubái. Los chinos han empezado con una primera inversión de aproximadamente 200 millones de dólares, para la creación de ¡5.6 kilómetros cuadrados techados, con tres mil 49 locales comerciales, con 40 mil metros cuadrados de bodegas y más dos mil viviendas en Cancún!
LOS PROMOTORES de este megaproyecto llamado el "Dragón Mart Cancún" se piensa construir en el poblado de Puerto Morelos a nueve kilómetros del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Cancún. Ellos prevén que esto generará 1.5 empleos directos (para los chinos) por cada uno de los dos mil locales de comerciantes.
Asimismo, el proyecto plantea la instalación de un centro de exposiciones permanentes de venta de manufacturas, de insumos para la industria metal-mecánica, de materiales para la construcción, de mercancías y partes electrónicas, etc.
ESTE CUESTIONABLE proyecto oriental fue propiciado por el exgobernador Félix González Canto, cuando terrenos propiedad del gobierno de Quintana Roo fueron expropiados y vendidos al proyecto. Lo más delicado de todo esto, es que el proyecto se reafirmó el año pasado cuando el entonces gobernador y ahora senador González Canto, firmó el convenio con el presidente de Chinamex y Dragón Mart Cancún.
NO OBSTANTE que se ha anunciado que este meganegocio generará empleos, esto solamente sería en la etapa inicial de la construcción del proyecto asiático (puros albañiles mexicanos) ya que posteriormente no se contratarán trabajadores locales. Los asiáticos traerían varios miles de familias chinas para hacerse cargo de los comercios y la operación global del gigante comercial.
Las autoridades locales han venido afirmando que el cuestionado proyecto contribuirá al segmento turístico (éste ya está operando desde hace muchas años y muy bien) y que detonará el crecimiento de los negocios y la economía en aquella entidad, existe un gran temor y escepticismo en los sectores empresariales locales y del país en general.
POR LO PRONTO los industriales el país ya prendieron los focos rojos por el proyecto de un centro de exposiciones permanente de productos chinos en Cancún. Ello, porque existe la certeza que esto no sería otra cosa que una cabeza de playa para que la industria china pueda invadir los mercados nacionales y se convierta, también, en la cabeza de playa para la invasión de toda Latinoamérica y el Caribe.
EL LLAMADO CENTRO De Exposiciones no sería otra cosa, que un gigantesco mercado permanente de productos orientales fuera de control de las autoridades, con lo que se arrasaría con la industria y el comercio nacional, a los que arrasarían y llegarían a monopolizar finalmente los orientales.
ES DE RECORDARSE que la indiscriminada e irracional proliferación de los productos chinos en las últimas décadas, ha dado como resultado la destrucción de industrias mexicanas establecidas como la del calzado, textiles, autopartes, muebles, etc., y también en muchas otras partes del mundo.
ANTE ESTE INMINENTE y al parecer inevitable peligro del establecimiento del "Dragón Mart Cancún", sería de imperiosa necesidad la inmediata intervención del Gobierno federal para que haga una evaluación integral de los daños que esta ambición china pudiera tener sobre la economía mexicana y muy especialmente, respecto de su política migratoria y poblacional.
EN ESE SENTIDO, Camila Zambrano, presidenta de la Asociación de Proveedores de Quintana Roo, dijo que todo son cuentas al aire porque no se conocen estudios de factibilidad ambiental, económica, urbana y además no cuenta con permisos de ningún tipo.
LAS AUTORIDADES tienen la obligación ponderar el peligro que representaría en nuestro país un enclave étnico-asiático de tal magnitud. La incontrolable expansión comercial que lograrían en unos cuantos años sin duda afectaría a todas las ramas de la economía nacional, esas que tantos años ha costado estructurar y hacer crecer. Además, la preponderancia económica que esos grupos orientales lograrían a muy corto plazo, trastocaría cualquier programa de desarrollo nacional en sus áreas de influencia, ya que los intereses del gigante económico chino, se impondrían en muy corto plazo sobre los intereses nacional.
YA ES TIEMPO de aprender de nuestra historia. Simplemente recordemos que en 1836 Stephen F. Austin logró seccionar de Coahuila, el territorio que es hoy el Estado de Texas. Eso lo logró con unos cuantos pacíficos agricultores y colonos anglosajones. Si aquello fue posible se debe única y exclusivamente al enclave étnico-sajón que Austin logró infiltrar y establecer en aquellos territorios.
SI STEPHEN F. AUSTIN pudo arrebatarnos Texas sin contar con los millones de millones de dólares que ahora respaldan a los chinos y sin el apoyo de potencia mundial alguna, imagínense ustedes lo que no podrían lograr estos asiáticos ya plenamente instalados con un enclave de miles de chinos en Cancún y además, protegidos por la segunda potencia mundial.
Pero somos tercos y hasta tontos. Nos negamos a aprender de nuestra historia.
Comentarios:
gaasoc@hotmail.com
