Si hay un slogan que se transmitía en televisión y que siempre admiré porque se trataba de una motivación para todo ser humano que luchaba por un ideal, era aquel de Anthony Quinn que decía: "Si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría"; y esto viene a colación con la fiesta lagunera que se desarrolla este primer domingo de marzo con la celebración del Maratón Lala que, como desde hace 23 años, se ha convertido en todo un suceso no sólo a nivel local, sino también en todo el país.
Un sueño que inició en el año de 1989 por don Ramón Iriarte Maisterrena se ha consolidado como un evento que ha servido como seleccionado para importantes citas del atletismo mundial, por ejemplo los Juegos Olímpicos de Sydney en el año 2000 o el Campeonato Mundial de Atletismo en Edmonton en el 2001 y que cada año se preocupan por darle un matiz de excelencia en todos los sentidos.
Para este 2012, este grupo industrial que ha contribuido al desarrollo económico de nuestro país, ha brindado a todos los intrépidos atletas que participan en este espectáculo el esquema de entrenamiento que fue modernizado con una nueva óptica que es estimular a la agrupación atlética para que una importante cantidad de corredores patenten los tiempos suficientes para acreditarse al Maratón de Boston.
La raíz de la prueba del maratón se fundamenta en la proeza del soldado griego Filípides, quien en el año 490, a.C., falleció de cansancio después de correr aproximadamente 40 km desde Marathon hasta Atenas para proclamar el triunfo sobre la milicia persa, y en distinción a este militar se fundó un certamen con el nombre de "maratón" que fue incorporado en la justa de 1896 de la capital griega inaugurados por el barón Pierre de Coubertin.
En estos primeros Juegos Olímpicos y que, aún seguimos dudando de por qué se lo otorgaron a Atlanta en 1996 y no a este país que es la cuna de la civilización, el gran insigne de esta dura prueba fue el griego Spiridon Louis, que fue elegido casi por compromiso por un teniente de la guerrilla de esa nación y que, antes de participar en este certamen, se mantuvo 24 horas en dieta y oración entrando solitario a la meta provocando el éxtasis de sus paisanos redimiendo de esta manera el orgullo griego, ya que fue la única victoria de esta nación en estos Juegos.
Los más de 40,000 metros de la distancia que hoy sabemos de un maratón, proceden del año 1908 cuando se solemnizaron los Juegos Olímpicos de Londres, que por cierto, ya estamos nuevamente de volverlos a vivir precisamente en la capital inglesa, y que la reina instauró, sin percatarse, como el recorrido autorizado por excelencia y que es la distancia que dispersa la ciudad inglesa de Windsor con el estadio White City en Londres.
¿Cuántos metros aguantará Rossel?
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