Para beneplácito de todos los que amamos el tenis, este domingo 27 inicia el segundo de los cuatros torneos de Grand Slam que conforman la temporada grande del Deporte Blanco en las canchas de arcilla de París con el ingrediente especial de quién se quedará en el segundo puesto del ranking de la ATP entre el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, que bajo esta superficie prácticamente parece una raqueta invencible y que le da un toque muy especial.
Otro componente exclusivo es Novak Djokovic cuyo propósito es conquistar el señero título de los cuatro importantes que le faltan en su maravillosa carrera para que de esta manera poder ingresar al notable padrón de los ganadores de los cuatro Grand Slams uniéndose formalmente a Andre Agassi, quien se consagró en 1999, así como al mismo Roger Federer que lo obtuvo diez años después y obviamente Rafael Nadal que al ganar el US Open en el 2010 quedó patentado en este entorno.
Después de apoderarse del Masters 1000 de Roma al derrotar al número uno del planeta, el tenista ibérico rescató la segunda posición colocándose a menos de 2,000 puntos en el encasillado de todo el orbe una vez que había cedido el segundo sitio a favor de Roger Federer que conquistó el Masters de Madrid pero el marroquí sabe que no tiene que adolecer de optimismo para lograr su séptimo campeonato en Roland Garros que rasgaría la simetría con el inolvidable Bjorn Borg.
El certamen en el país galo servirá también para decretar a los tenistas que clasificarán a los Juegos Olímpicos que se desarrollarán en la cancha de Wimbledon del 27 de julio al 12 de agosto, quedando descubierta en las cinco categorías y que para elegir a los 64 jugadores entre hombres y mujeres, la Federación Internacional de Tenis (IFT) distingue a los primeros 56 de la clasificación mundial pero con un tope de cuatro por cada país.
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