Como un preámbulo de los Juegos Olímpicos de Londres que ya están a la vuelta de la esquina, el tercer torneo de Grand Slam de los cuatro que conforman la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), dio inicio el pasado 25 de junio arrojando la primera sorpresa al quedar fuera de la competencia el sembrado número dos del mundo Rafael Nadal.
Apenas en el despertar del torneo que más acapara la atención del 'deporte blanco', el ganador del reciente Roland Garros se enfrentó con excesivos dilemas para superar al checo Lukas Rosol, que se encuentra en el lugar 100 del ranking mundial, que rubricó uno de sus mejores partidos para dar cuenta del español en un encuentro de tres horas y 18 minutos.
Wimbledon representa el más inflexible de los torneos de tenis en sus formalidades, recordando lo inestimable ante Pete Sampras o Roger Federer, aunado a la aristocracia y con la energía hasta para tolerar bombardeos de una incoherente Segunda Guerra Mundial por lo que el 'deporte blanco' es luminoso en este periodo del año sobre la hierba de sus canchas y que para algunos, el más significativo en su modelo.
Con un estilo y reputación, esta competencia es la generosidad en sus retribuciones económicas que se multiplican cada año ya que para la edición que arrancó el pasado lunes, el encanto está en los 25 millones de dólares que distribuirá, 10% más que en el 2011, el mayor aumento en 19 años.
Como si no faltaran algunos motivos ya mencionados, la justa sobre césped reúne en Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer, a los vencedores de 28 de los 29 últimos Grand Slam, aunque ya la miel es otra debido a la exclusión del ibérico que pudo haber quedado en la cima del rango ganando el torneo y que el serbio no accediera a semifinales por lo que se encuentra todavía latente, es que si el suizo reconquista el sitio del que era dueño durante 285 semanas (a una del récord de Sampras) si llega a la final y no la disputa con el nacido en la antigua Yugoslavia.
A su vez, los productores ponen vehemencia en retribuir a los tenistas que son liquidados en rondas anteriores a la cuarta con proporciones que van desde 22,500 a 60,500 dólares para hombres y mujeres, sin embargo, Wimbledon no es el más considerable en dinero de los torneos Grand Slam ya que su bolsa es la segunda más seductora por detrás del Abierto de Australia, que a inicios de este 2012 abasteció de 26 millones de dólares.
Si todo eso sigue sin ser adecuado, Wimbledon ayudará para tomar equilibrio y arribar en mejor nivel a los Juegos Olímpicos, en los que el torneo de tenis será disputado en esas mismas canchas y en el que muchos tenistas serán abanderados de sus países en la ceremonia inaugural como el mismo Nadal con la de España, Djokovic con la de Serbia, Maria Sharapova portará la de Rusia y que a nadie tome por sorpresa si Federer llevara la de Suiza como en dos ocasiones pasadas.
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