Con la realización del juego de las estrellas el pasado martes en Kansas City, prácticamente inició la segunda mitad de la temporada del beisbol de grandes ligas teniendo a los Yankees de Nueva York y los campeones de la Liga Americana, los Rangers de Texas, abanderando sus propias divisiones gracias a sus ofensivas potentes y refugiados por un pitcheo adecuado.
A pesar de que los Orioles de Baltimore al comienzo de la campaña emprendieron el vuelo, fueron dejando terreno con la fuerza de los Bombarderos del Bronx lo que, hasta este momento, los neoyorkinos tienen la ventaja más amplificada en toda la gran carpa, mientras que la tropa de Ron Washington ya siente pasos en la azotea con los Serafines detrás de ellos y con la firme decisión de Albert Pujols de tener una segunda mitad por la cual lo llevaron a Anaheim.
Pero después de la exhibición de los estrellas del viejo circuito en el Kauffman Stadium, hay tres interrogantes que están deambulando el entorno del Rey de los Deportes las cuales una de ellas es si el nuevo as de los nudillos R.A. Dickey, será tan real con los Mets de Nueva York en la segunda mitad como lo fue antes del 10 de julio ya que de mantenerse en esa altura, sería el primer serpentinero que trabaja con esos repertorios en ganar el Cy Young.
Otra cuestión que se encuentra al pendiente de todo mundo es saber si el joven Mike Trout, de los Serafines, podrá obtener el título de bateo de la Liga Americana, quien, tan pronto en su primer año íntegro con la tropa de Mike Scioscia, arrancó la segunda parte con promedio de .341 faltando sólo observar si al momento de que empiece a expirar la temporada podrá soportar la presión de auténticos garroteros como Josh Hamilton, Adrian Beltre, Joe Mauer, Miguel Cabrera entre otros.
En la Liga Nacional, la duda que está vagando por los aires es que, ahora que los Piratas tomaron por asalto la división central, ¿serán capaces de dar la sorpresa?.
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