Después de deleitarse con la final femenil en el relevo de 4x100 estableciendo Estados Unidos nueva marca universal viendo volar prácticamente a Carmelita Jeter (¿será pariente de Derek?) en el último cambio para dejar una nueva marca universal, el "Cepillo" se encargó en el futbol de acomodar la cereza en la empanada para que goce nuestro pecho con el emblema de oro en el colofón de Londres 2012.
La capital británica se convirtió en la primera ciudad que organiza la máxima justa deportiva en tres ocasiones y su elección en el 2005, quedó por encima de grandes urbes como París, Madrid, Moscú, Nueva York y aunque en ese tiempo aún faltaba para que se llevaran a cabo los juegos que se tendrían que realizar en Beijing, los británicos intuían del paquete en puerta a sabiendas de que los asiáticos para estos eventos se pintan solos.
Terminando las Olimpiadas de Londres 2012, el nadador Michael Phelps, como ya se sabía, estará despidiéndose de toda competencia, la clavadista china Wu Minxia saldrá de la piscina y la ciclista inglesa Victoria Pendleton, estacionará su bicicleta por lo que posteriormente a extensos años de privaciones y entrega total muchos atletas se alejan del deporte en estos Juegos Olímpicos y otros ya no soportarían intensa preparación como la gimnasta británica Beth Tweddle, porque sienten que sus cuerpos les están retornando en su contra.
En el atletismo parece que el confín de Bolt, únicamente lo podría precisar la física cuántica ya que su marca que logró en el Mundial de Berlín en el 2009 con 9.58, no es su límite porque, de acuerdo a la ciencia, el jamaiquino corrió más veloz una centésima en la final de Londres que en la de hace tres años en el intervalo contundente que es su progreso inmejorable entre los 40 y 80 metros.
En la ya considerada final más veloz de todos los tiempos, su mayor obstáculo Yohan Blake, duplicó su mejor registro (9.75) que supuestamente es a lo que más puede llegar en un muro donde, para Justin Gatlin, que se quedó con el bronce, los 9.80 es con lo que se ha detenido por lo que los límites de Usain parecen desconocidos.
El imperecedero Carl Lewis, fue considerado el hijo del viento pero ahora a Bolt ya lo valoran como el descendiente del tiempo debido a que los tres mejores registros de toda la historia en los 100 metros como son 9.58, 9.63 y 9.69 segundos, es el dueño absoluto y los ha logrado en las tres finales que ha competido como son hace cuatro años en China, en el 2009 en Berlín y ahora en Londres.
Todo hace suponer que sus fronteras, no tienen manera de poder encontrar una lógica mientras que las de sus antagonistas parecen quedar fijos y que sólo otro chiflado como él, siendo el estadounidense Tyson Gay, tuvo la osadía de aproximarse a sus tiempos, aunque sea en lo mínimo, reduciendo los 9.70 de Blake y Gatlin pero de esa marca no se movieron hasta el final.
¡HASTA SIEMPRE LONDRES, Y GRACIAS FUTBOL!
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