Todavía sin poder digerir el arrebato cuando nos enteramos de la suspensión de 50 encuentros para el jugador de los Gigantes de San Francisco, Melky Cabrera, por arrojar positivo en una prueba antidopaje, ahora el siguiente inadaptado que se apuntó para seguir con esta lacra y que también ha sido inhabilitado por la misma cantidad que se le imputó al toletero del conjunto de la bahía, fue otro dominicano como lo es el lanzador de los Atléticos, Bartolo Colón.
Ganador del trofeo Cy Young en el 2005 con los Serafines registrando marca de 21-8, Colón ya no tendrá aparición por el remanente de la campaña y en caso de que su equipo adquiera la tarjeta comodín, ya que se ve muy complicado que le den alcance a los Rangers para quedarse con el pináculo del Oeste de la Americana, también se mantendrá en el hule por los 10 primeros encuentros del playoff.
Al igual que Cabrera, las aportaciones del pitcher de Oakland habrían metido a su escuadra en la pelea por un lugar en la postemporada ya que en su primera aparición con el conjunto de California (qué ironía, los 2 equipos vecinos geográficamente) registraba 10-9 con una efectividad de 3.43 siendo en el pasado mes de abril, crónica en toda la Unión Americana cuando envió 38 strikes sucesivamente.
No me quiero imaginar la cara que ponen los jugadores al momento de que se les llama para informarles que deben de entregar, después de un partido del deporte que les da de comer a ellos y a sus familias, una muestra de orina ya que estarán en una estudio para detectar elementos prohibidos en el organismo, y aunque esto se hace al azar, deberían de checarles a todos para poder limpiar de una vez la porquería que existe.
A raíz de todo esto, la directiva de los Gigantes anuló oportunamente un encargo de 20,000 playeras que habían gestionado en honor de Melky Cabrera y que se tenía la intención de repartirlas el día 8 de septiembre durante el encuentro en contra de sus acérrimos rivales, los Dodgers, colocando la estampa de su jardinero en el frente haciendo referencia a su galardón del MVP del pasado Juego de las Estrellas pero tuvieron que sustituirla con el nombre de batalla del equipo y con el del puertorriqueño Ángel Pagán en la parte posterior.
Cuando me doy cuenta de todo este desorden que existe en el mejor beisbol del mundo, me pregunto: ¿De qué le sirvió a aquel tremendo apoyador de los Raiders cuando jugaban en Los Ángeles, Lyle Alzado (q.e.p.d.), su campaña por varias universidades de la Unión Americana demasiado delgado y con su cabeza rasurada por la quimioterapia debido al cáncer que adquirió por administrarse cochambre y en el que invitaba a los jóvenes que jugaban en el futbol americano colegial abstenerse de inyectarse esteroides ya que podrían terminar como él?
¿Quién será el próximo?.
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