Se cierra el telón de la temporada grande del tenis con el último de los cuatro grand slam disfrutando el US Open que se desarrolla en los campos impecables de Flushing Meadows teniendo anécdotas que perseguir de cerca desde la predilección de Federer y Djokovic hasta la despedida de Kim Clijsters pasando con la retirada de Nadal y la mala fortuna de Andy Murray en los torneos anticipados al certamen de Nueva York.
De una manera inusual porque a sus cartas le falta uno de sus ases, el exclusivo de los majors de las raquetas que se celebra en nuestro continente, comenzó el lunes 27 donde las alternativas de conquistar la gran manzana, se distribuyen entre los demás que son predilectos y de aquellos que no tienen tantas oportunidades sobre todo cuando el mallorquín derrocha su juego en toda la cancha.
Pero quizá lo más inusitado es que esta edición del US Open, comenzó con 33 tenistas arriba de los 30 años de edad que está representando una marca de la era moderna y sin incluir en esa lista a un Andy Roddick que anunció también que ya no estará más con una raqueta en una competencia oficial aunque tal vez el lado obscuro de esta situación, si así lo podemos decir, es que ya no veremos a chavales celebrando campeonatos de los grandes como en su tiempo lo hicieron Boris Becker, Michael Chang o el mismo Rafael Nadal.
Después de que no pudo duplicar su frenético 2011, Novak Djokovic está en la mejor postura de resguardar el terreno del que se adueñó y a pesar de que no conquistó un emblema en Londres 2012, parece que comenzó a pulir otra vez su mecanismo obteniendo el Masters 1,000 de Canadá por lo que quiere terminar este año tal como lo inició cuando se llevó el Abierto australiano.
Sin contar con la figura de Nadal, ya no se puede esperar una final de epopeya entre el serbio y el ibérico pero la rivalidad ha incrementado los sueños de todos los demás entre los cuales se encuentra el número uno de todo el orbe como lo es el suizo Roger Federer que sin duda fragmenta las murallas del tiempo estampando, hasta el momento, un año inolvidable aunque le quede aún el dolor de la final olímpica.
Por cierto, Murray logró al fin liberarse de las ataduras ganándose el respeto de sus paisanos colgándose el preciado metal que lo llevó a testificar como un firme candidato al Abierto norteamericano ya que el estar en la final de Wimbledon y en Miami, el británico se planta en las canchas de Nueva York tratando de que se extiendan las aclamaciones como de las que fue objeto en All England Club.
Una aclamación retumbante resultó la mejor armonía para la estrella de Bélgica, Kim Clijsters, en su partida de las canchas del deporte blanco cuando la inglesa Laura Robson, sembrada en el lugar 89 y con escasos 18 años de edad, le acuñó el pasaje de su jubilación al vencerla el miércoles pasado culminando una productiva carrera que la marcó como toda una figura del tenis
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