A pesar del potencial en el energético, ve Pemex más riesgos que beneficios. (EL UNIVERSAL)
En los últimos meses se volvió una frase común decir que México cuenta con una de las reservas de shale gas más grande del mundo, la cuarta si se toma en serio a la Agencia Internacional de Energía, cuyas cifras son retomadas por la Secretaría de Energía. La Agencia de Información Energética (EIA), del Departamento de Energía de Estados Unidos, asume que México cuenta con 680 mil millones de piés cúbicos de shale gas.
Este monto podría ser hasta 10 veces las reservas potenciales actuales. En la Estrategia Nacional de Energía 2012-2016 se propone que Pemex incremente la producción de gas natural de 5 mil 913 millones de piés cúbicos diarios (mmpcd) en 2011 a 11 mil 472 mmpcd en 2016. Sin embargo, este proyecto fue rechazado por el Congreso de la Unión.
La posibilidad de tener ese tamaño de reservas nos coloca con el mayor volumen de hidrocarburo después de China, Estados Unidos y Argentina, y hasta ahora no se tiene definido un programa para extraerlo, y los alicientes económicos no son muy buenos en un mercado estadounidense donde cuesta entre 6 y 7 dólares extraer un millón de pies cúbicos que se venderían en 2.5 o hasta 3 dólares.
Hoy la industria petrolera estadounidense explota el shale gas por los líquidos que se obtienen de su explotación, estas gasolinas naturales que se venden en el mercado con precios superiores a los del precio del petróleo, es decir, muy por arriba de los 100 dólares el barril.
En México no hay ahora más que recursos prospectivos y se necesita invertir en exploración. Dinero que no tiene Pemex.
En 2011 se destinaron 31 mil millones de dólares para Pemex Producción y Exploración, de los que 86% fue a parar a Chicontepec, según el estudio Calificación de los Proyectos de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
La CNH comentó que a pesar de la rentabilidad de los proyectos de Pemex en la explotación de gas no asociado, bajo los precios actuales del recurso los hacen menos atractivos frente a los del crudo.
De hecho, este año el organismo deberá presentar una regulación para que Pemex pueda implementar los programas de desarrollo, y las metas que se tienen son alcanzar la autosuficiencia para dejar de importar gas en 2017, dijo el director de PEP, Carlos Morales Gil.
En el shale gas, la paraestatal encontró al menos 200 oportunidades exploratorias y, si se corre con suerte, en noviembre se podrá extraerse el primer pie cúbico aunque sería a nivel de prueba.
Esta prueba en gas no implica que se vaya a desarrollar el campo, aunque hoy por hoy, los recursos prospectivos convencionales ascienden a 54 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
En el mejor escenario posible se incorporarán parcialmente a las reservas 3P unos 4 mil millones durante 2013.
En el Congreso Mexicano del Petróleo, el director de Pemex Producción y Exploración de Pemex dijo que los nuevos proyectos que se tienen en esta área requerirán 355 mil millones de pesos durante los próximos 15 años.
Así se proyecta que se podrá alcanzar una producción de 3.5 millones de barriles de crudo y 12 mil millones de piés cúbicos de gas, prácticamente el doble de la producción actual.
"Este volumen de gas es lo que importa a México, con estos proyectos dejamos de importar el energético", dijo Morales.
Entre los nuevos proyectos de la paraestatal están Tsimin-Xux y Ayatsil, en aguas someras, además de Trión, en aguas profundas, y Lakach en el Golfo de México, que en suma podrían aportar hasta 300 mil barriles diarios de petróleo y al menos mil millones de piés cúbicos de gas a la producción actual, todo ello en un plazo no mayor a cinco años.
Al primer semestre del año, Pemex reportó un volumen de importación de gas natural de alrededor de mil 119 millones de pies cúbicos diarios.
Desabasto, problema de mercado: analista
Rubén Flores García, comisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), es claro en el análisis que realiza sobre la actual crisis del gas natural que vive el país: "el problema es de mercado, del sistema, de estar entre dos sistemas diferentes sin nadie que sea, al parecer el responsable de ello", comenta.
La apertura que existe a raíz de que se liberó el transporte y comercialización de primera mano del gas natural le quitó al monopolio Pemex la obligación de abastecer o planear a largo plazo el abasto del energético, asegura.
Por otro lado, dice, el sector privado no ha construido la infraestructura que se necesita para llevar el energético porque implica inversiones millonarias y no hay proyectos ancla como pueden ser consumidores del tamaño de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Flores García, explica los retos que se enfrentan en la coyuntura actual: una caída importante en los precios del gas natural en el mercado de Norteamérica luego de que los operadores petroleros estadounidenses desarrollaron una técnica que les permite recoger el shale gas que antes se dejaba en las reservas.
Los cálculos que se pueden hacer es que, luego del salto tecnológico que permite explotar los yacimientos de shale gas, es que si el precio se cayó de 12 y 13 dólares a 2.5 y 3 dólares fue porque la demanda de Estados Unidos no fue tan fuerte como se esperaba.
Si México hubiera estado preparado para recibir el gas que ellos tienen ahora por encima de su demanda, el precio se habría estacionado sobre los 5 dólares y, de cualquier manera, habría sido en beneficio del consumidor mexicano.
El comisionado de la CRE señala que el gobierno no puede prometer un avance energético milagroso si no hay ductos para el transporte y lo que está ocurriendo en el mercado es que, luego del desastre de Fukushima, Japón apuesta al gas natural licuado y los productores de shale gas invierten en plantas para licuarlo y mandarlo al Lejano Oriente donde hay precios de hasta 17 dólares.
El uso del gas natural bajaría costos de producción industrial, pero no hay una extracción creciente de gas natural y las importaciones complementarias ahora no pueden satisfacer las necesidades de la industria, pero no hay ductos para traerlo y los precios, aunque atractivos, son inaccesibles.
De acuerdo con Petróleos Mexicanos, hay más de 100 "alertas críticas" donde se solicita la reducción del consumo de gas natural y se deben a la falta de infraestructura que en teoría puede administrar la iniciativa privada
Desde la perspectiva de Flores García, comisionado de la CRE, mientras que en Estados Unidos, luego del salto tecnológico del shale gas, ya ven por una segunda generación de reformas, en México aún no se tiene producto alguno.
Proyecto
⇒ Los planes para explotar las reservas de shale gas requieren que el precio se eleve a un rango de entre 5 y 7 dólares por millón de BTU's.
⇒ Los laboratorios móviles replican la experiencia que tuvo Pemex en el yacimiento de Chicontepec y el éxito dependerá de las investigaciones que se hagan en el mismo sitio.
⇒ El desarrollo en EU implica la edificación de plantas que licuarán el gas y lo venderán a Japón en 17 dólares el millón de BTU's.
