"Mucho dinero y poca educación, es la peor combinación".
Valentín Moragas Roger
"El objeto del poder es el bien, su medio el orden, su instrumento la ley, su esencia la justicia".
Colmeiro
¿Cuántos casos conoces de personas que utilizan su poder económico o político para comprar o amordazar al sistema de justicia en nuestro país? Desgraciadamente creo que muchos. ¿Has sido víctima o presenciado abusos por parte de la autoridad o de individuos influyentes y "bien conectados"? ¿Has escuchado hasta el cansancio la cancioncita que reza: "no sabes con quién te estás metiendo"? Que la pregunta es necia, y como diría aquella inolvidable maestra de primaria: "Veo muchas manos levantadas".
No sé qué opines, querido lector, pero a mi juicio y en sintonía con lo que aprendí de mis padres, hablar de dinero y bienes materiales es de mal gusto y de mala educación. "Dime de qué presumes y te diré de lo que careces", es máxima que no admite error. A lo largo de la vida he tenido la oportunidad de conocer a personas que detentan posiciones de enorme poder, influencia y con un importante número de ceros en sus cuentas bancarias; si algo les admiro es la sencillez y naturalidad con la que conducen su día a día. Hablamos aquí pues, de gente bien nacida y segura de sí misma que no necesita pavonearse ni centrar su seguridad en cosas tan superfluas como el dinero. La prepotencia es la antítesis de todas las virtudes humanas, creo yo.
Viene lo anterior a colación a partir de un lamentable incidente del que seguramente ya estás enterado. El martes comenzó a circular en los medios de comunicación y las redes sociales cierto video que sencillamente no tiene desperdicio y pone en evidencia las conductas deleznables que por desgracia son el pan de cada día en México. Por si no lo has visto te platico que en dicho video tomado por las cámaras de seguridad de un edificio del Distrito Federal se puede observar los insultos y posterior golpiza que el empresario de origen judío y propietario de las marcas de ropa Indie Jeans y Vértigo, Miguel Moisés Sacal Smeke, le propina a un empleado de seguridad que se negó a auxiliarlo en el cambio de un neumático aduciendo que ello no se encontraba dentro de sus responsabilidades ni podía abandonar su lugar de trabajo en dichos momentos.
"Conmigo no vas a poder", "conmigo no te metes hijo de la chingada", "hijo de tu puta madre, te voy a enseñar cómo los tengo", "no sabes con quién te metes, pinche gato" y "estos gatos no quieren hacer lo que yo les digo", fueron tan sólo algunas de las expresiones de las que se valió Sacal Smeke para insultar a Hugo Enrique Vega Flores, empleado de seguridad del edificio Altus, inmueble de lujo ubicado en la colonia Bosques de Las Lomas de la capital del País. Posteriormente, el hoy tristemente célebre empresario lo golpeó, provocándole diversas fracturas en la dentadura. Es importante señalar que Vega Flores no cuenta con los recursos necesarios para someterse a un tratamiento odontológico. En declaraciones a los medios de comunicación, el valet también indicó que a partir de los hechos fue reubicado y su salario disminuyó de 3 mil a sólo mil quinientos pesos por quincena. Cabe destacar que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal inició un proceso judicial en contra de Sacal Smeke el pasado 25 de noviembre por el delito de lesiones dolosas y posteriormente giró una orden de aprehensión que no fue ejecutada dado que Sacal interpuso dos juicios de amparo y hoy se encuentra en libertad.
Ha trascendido que el empresario cuenta con un historial de hechos violentos y conductas prepotentes en su haber y que el incidente de la Torre Altus no es el primero. En otro video difundido por el periódico Reforma que ya circula en el portal de Internet You Tube bajo la leyenda "Me la pelas", los internautas podrán observar el momento en que Sacal es sancionado por la policía tras haber estacionado su automóvil en un lugar prohibido. Al percatarse de que estaba siendo grabado, Sacal tuvo también palabras altisonantes para el nobel camarógrafo y autor del video: "¿Por qué no filmas también a los que roban y asaltan?", le espetó. "Yo vengo mucho y te mando a chingar a tu madre", indicó después.
En tanto, las reacciones de la ciudadanía y los usuarios de las redes sociales no se han hecho esperar. En Facebook, miles han compartido ambos videos y en Twitter los hashtags#GentlemandeLasLomas y #MiguelSacal son los temas más comentados del momento. No son pocos los que piden justicia y se suman al coro de voces que exigen un castigo ejemplar para este sujeto. Asímismo, muchos instan a boicotear al empresario y no comprar ropa de ninguna de las marcas que representa.
Estamos ante el ejemplo de que, frente a un sistema judicial corrupto que tiende a privilegiar a quien puede comprarlo o amordazarlo, los medios de comunicación y el ciudadano de a pie fungen como vigías y se encuentran en posibilidad de señalar las irregularidades de dicho sistema y ejercer presión en aras de que sea privilegiada la justicia. El caso Miguel Sacal es un sintomático abuso de poder, racismo, clasismo y todas aquellas conductas que la gente de bien deplora y condena.
Me sumo al clamor de las mayorías y exijo que por la vía legal se castigue a Sacal Smeke. No hacerlo supondría el triunfo del absurdo, la noción de que el dinero todo lo compra y de que en México cualquier riquillo de cuarta puede salirse con la suya cuando así le plazca. Que pague y reciba el mismo grado de "misericordia" que tuvo con un empleado cuyo único delito fue el cumplimiento de su labor. ¿No crees?
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