Seguramente a quien gusta de las películas musicales estará de acuerdo conmigo, que la premiada película Chicago (2002) es una de las mejores. En esta película, el obrero enamorado que es interpretado por John C. Reilly, es víctima de la indiferencia de su mujer que desea la fama y que para conseguirla se convierte en una delincuente pasional condenada a la horca. Reilly, en el papel del obrero, canta una canción en los momentos más tristes de la película llamada "el hombre de celofán," en la que se dice invisible para Roxie su esposa y para el mundo entero.
El Dr. Sutton autor del libro The No Asshole Rule: Building a Civilized Workplace and Surviving One That Isn't. (La regla de cero cretinos: La construcción de un lugar de trabajo civilizado y cómo sobrevivir si no lo es), enlista las doce peores acciones cotidianas con las que identifica a una persona legalmente certificada como desagradable y adivine qué, tratar a las personas como si fueran invisibles es una de las más importantes.
Entre el Torreón rural y el Torreón urbano existe una relación en la que el segundo ignora casi por completo al primero, como si no existiera, como si fuera transparente. Jimulco es la parte rural del Torreón actual, el crecimiento urbano de la ciudad ha absorbido a la mayoría de los ejidos y pequeñas propiedades que se encontraban en su periferia. Quizá el espacio, la topografía y los límites políticos han impedido que esto mismo ocurra con Jimulco. Recuerden que para llegar a la entrada del Cañón de Jimulco, en el ejido Juan Eugenio, hay que recorrer aproximadamente 40 kilómetros desde la ciudad de Torreón, brincar algunas sierritas y pasar por las orillas de los municipios de Lerdo, Durango y de Viesca, Coahuila. Si bien esta separación ha permitido un buen estado de conservación biológica en casi la mitad de todo el territorio municipal de Torreón, además de una rica cultura rural que aún persiste y que se expresa en multifacéticas y atractivas formas, también ha ocasionado marginación y un grado mucho menor de desarrollo de las personas que habitan este hermoso lugar.
Las políticas públicas de México, consideran de manera prioritaria reducir las brechas que existen entre regiones desarrolladas y las de menor desarrollo, para lograr esto, destinan recursos a los municipios de mayor índice de marginación; Torreón desde luego, es un municipio moderno, con alto grado de desarrollo y por lo tanto con baja marginación, así se ve el municipio cuando se aprecia globalmente, pero cuando se separan los dos Torreones, el urbano y el rural, nos damos cuenta que el primero oculta, enmascara la marginación de la mitad de su territorio. Este ocultamiento ocasiona que no puedan bajarse los recursos destinados a disminuir la marginación que necesita Jimulco. Es la primera deuda que tenemos con Jimulco, si el desarrollo inequitativo del municipio ha ocasionado que quede excluido de los apoyos mencionados, se tendría entonces que buscar internamente la equidad y destinar recursos del municipio hacia su área rural, así se reduciría la brecha que existe entre el desarrollo del Torreón urbano y el Torreón rural.
Las cosas no quedan ahí, Jimulco nos provee de los elementos fundamentales de la vida, el oxígeno que respiramos proviene del bosque ripario, del matorral desértico y del bosque de pino encino, por eso las heladas negras que diezmaron el arbolado urbano no nos afectó en este beneficio; estos mismos ecosistemas coadyuvan en la hidrología del municipio, permitiendo la recarga de acuíferos y el escurrimiento de las subcuencas; el dióxido de carbono, principal gas de efecto de invernadero que ocasiona calentamiento en la atmósfera, se produce en grandes cantidades en la zona urbana, una parte importante de este gas es capturado y conservado en la vegetación y suelos de la Sierra y Cañón de Jimulco. Además, recibimos otros beneficios que nos pasan aún más desapercibidos, Jimulco junto a otras regiones vecinas regula nuestro clima, evita inundaciones, purifica el agua y evita que se desarrollen enfermedades. Desde luego no podemos soslayar los altos valores ambientales que se vinculan con beneficios educativos, estéticos y recreativos; los cuales son fundamentales para quienes trabajamos entre cuatro paredes y nos movemos en un espantoso tráfico.
El Torreón urbano no ha sido recíproco con el Torreón rural, desde el sector público sólo se habla y nada se concreta, ahora mismo la situación económica del municipio está poniendo en riesgo uno de los pocos proyectos ciudadanos que se encuentran en el área y que, no obstante sus buenos resultados, se dejó de apoyar desde enero de este año: La Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco para su gestión, demanda menos del uno por ciento del presupuesto municipal de Torreón, ¿tan mal andan las finanzas municipales?