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'El Lazca': aun muerto, escapó

Gran angular

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

¿Usted le cree al procurador de Coahuila? Yo tampoco. ¿Y a la Marina? Pues un poco más, pero ya no tanto desde aquella pifia en la que anunció la captura de uno hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera y luego tuvo que decir que siempre no, que no era. Lo que sí es de creerse es que no habría peor desprestigio si se llegara a repetir la historia con el líder fundador de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano.

Y es que cuesta mucho trabajo creer que el cuerpo de uno los capos del narcotráfico más violentos y buscados, haya desaparecido ocho horas después de que cayera abatido en un tiroteo contra infantes de Marina.

El enfrentamiento ocurrió el domingo por la tarde en el municipio de Progreso, vecino al de Sabinas. Fue afuera de un parque de beisbol. Marinos le marcaron el alto a un vehículo que tenía reporte de robo. Pero siguió su camino, abrió fuego y se dio a la fuga. Los infantes repelieron el ataque y mataron al conductor. Del vehículo bajó su acompañante y echó a correr, pero fue alcanzado por los disparos.

El ministerio público de Sabinas trasladó los dos cadáveres a la funeraria García donde habría de realizarse la necropsia. El conductor fue identificado como Mario Alberto Rodríguez Rodríguez. Su acompañante ingresó al forense en calidad de desconocido.

El lunes por la tarde, 24 horas después del tiroteo, empezó a correr el rumor de que el desconocido era el buscado "Lazca". La convocatoria de Los Pinos a un mensaje presidencial a esas horas, sugirió la posibilidad de un anuncio importante, seguramente, se pensó, de un fuerte golpe al narcotráfico. Pero el mensaje se canceló y ya en horas de la noche del lunes, la Secretaría de Marina emitió un comunicado en el que decía tener sólidos indicios de que la persona abatida el domingo afuera del campo de beisbol de Progreso era el capo de capos de Los Zetas.

Ayer, poco antes de las diez de la mañana, otro comunicado de la Marina confirmaba, con un estudio de huellas dactilares y dos fotografías del cadáver, que se trataba de Heriberto Lazcano Lazcano.

Minutos después de las diez de la mañana de ayer, el procurador de Coahuila, Homero Ramos Gloria, informaba que no tenían el cadáver del jefe Zeta, que entre la una y la una y media de la madrugada del lunes, un comando de hombres armados y encapuchados lo había sustraído de la funeraria que hacía funciones de forense, que lo habían subido a la carroza fúnebre y obligado al propietario a conducir el vehículo.

Cuesta trabajo creer, aunque se haya ignorado la identidad de uno de los muertos, que no se haya reforzado la vigilancia de la citada funeraria, más aún en una localidad donde, al igual que Saltillo, Ciudad Acuña o Piedras Negras ha aumentado la presencia militar y federal después de haber ocurrido hechos que bien podrían estar relacionados entre sí, como la fuga de 132 reos del penal fronterizo o el asesinato del hijo del exgobernador Humberto Moreira, presumiblemente en venganza por la muerte de un sobrino del número dos de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales. El caso es que "El Lazca", aun muerto, había escapado.

Y mientras Felipe Calderón felicitaba a la Marina porque los indicios con que cuenta permiten creer que el peligroso capo ha sido abatido, el gobierno de Estados Unidos reaccionaba con cautela. Eric Holder, el procurador, decía haberse enterado por los medios de comunicación y comentaba que, de confirmarse el hecho, sería un gran logro del gobierno mexicano. Y es que lo que aquí ya se tenía por confirmado, no lo estaba en la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, precaución ésta a la que la obligó el robo del muerto.

Y más ruido metió el hecho de que la media filiación que dio de "El Lazca" la Marina (con fecha de alta en su sistema el 2 de noviembre de 2005) no coincidía del todo con la de la DEA. Para México, Lazcano Lazcano nació en 1975 y tiene una estatura de 1.60 metros. Para Estados Unidos nació en 1974 y 1.79 metros (5.8 pies). Son minucias, es cierto, pero atizan la creciente desconfianza.

¿Será que el Estado mexicano es tan débil que ya no puede confrontar la capacidad de fuego de una delincuencia capaz de robarse cadáveres sin problema alguno?, o ¿será que es tan corrupto y ya está tan infiltrado que él mismo permite que pasen esas y otras muchas cosas que resultarían inverosímiles en cualquier otra latitud?

Lo que sigue, de cualquier manera, es un recrudecimiento de la violencia de Los Zetas, quizá ahora al mando de Treviño Morales, "El Z 40", abiertamente enfrentado, por lo pronto, al gobernador de Coahuila, Rubén Moreira.

(rrodriguezangular@otmail.com

@RaulRodriguezC).

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