Visitas. Federico Lombardi, portavoz delVaticano, asegura que el Papa no vino a México y Cuba a dictar ‘recetas de política’.
El santo padre alcanzó los objetivos que se había fijado con sus visitas a México y Cuba, y demostró su atención y cercanía con el Continente Americano, comentó el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, en entrevista, en la que también recordó que tanto en México como en Cuba el Papa había lanzado mensajes de esperanza, vistos los problemas de violencia en México y la falta de libertad religiosa en la isla caribeña, pero, aclaró, sin proponer ninguna receta política.
→ ¿Nos puede hacer un balance de las visitas del Papa a México y Cuba?
El balance es extremamente positivo, ya que el santo padre alcanzó todos los objetivos que se había fijado. El encuentro con el pueblo mexicano fue más que cordial, vista la entusiasmante y calurosa recepción en las calles, plazas, nunciatura y, sobre todo, en la eucaristía, momento central de la misa del Bicentenario. Yo diría que se trató de un único y gran evento entre el Papa y el pueblo de México. Pero como esta visita era continental, también estuvieron presentes los representantes de las conferencias episcopales de la región.
→ ¿Usted cree que con estas visitas ha desaparecido la idea de que el Papa no está cerca de América Latina?
Con este viaje, el Papa demostró no sólo su atención, sino su gran cercanía hacia el continente en su conjunto. Antes existía la sensación de que el viaje a Brasil no había sido suficiente para demostrar la cercanía del Papa con todos los católicos de América Latina, pero creo hoy esta sensación ha desaparecido.
→ ¿Qué nos puede decir de los objetivos alcanzados por el Papa en México?
Visto el clima un poco turbado que vive el país, debido a la violencia, esta visita fue, sobre todo, de estímulo, ya que el pueblo mexicano esperaba del Papa palabras de esperanza. En este contexto, con un discurso muy sereno el santo padre hizo un llamado en favor de los valores fundamentales de la convivencia pacífica, sin dar recetas ni soluciones políticas, subrayando las grandes capacidades que tiene el pueblo mexicano para poder construir una sociedad pacífica y reconciliada.
→ ¿Piensa que este llamado pueda tener éxito?
El Papa lo espera, pero las cosas cambian si los comportamientos cambian, si hay una disponibilidad a la reconciliación. Cada uno debe asumir su propia responsabilidad. La del Papa y la Iglesia es trabajar en la formación de las conciencias, partiendo de una visión del mundo y de la sociedad inspirada en el Evangelio y la razón. Pero el resultado no depende sólo del Papa, sino también de quien recibe su mensaje, de las circunstancias y de otros factores necesarios para la pacificación. Un solo componente no garantiza una eficacia total.
→ ¿Hubo algo que el Papa quiso hacer o decir y que no hizo o dijo?
Al Papa le hubiera gustado muchísimo visitar la Basílica de Guadalupe, pero una contraindicación médica se lo impidió. Sin embargo, en ocasión de la plegaria del Angelus, oró ante la Virgen de Guadalupe y la recordó con gran amor.
→ ¿En privado el Papa dijo algo de la recepción de que fue objeto en México?
Lo tocó muy profunda y positivamente la manera tan espontánea y cordial como fue recibido en México. Los días de esta visita fueron para el Papa de gran alegría, porque es una persona sensible que entiende el afecto que recibe y responde con gran intensidad; también fueron días de comunión, pero no sólo con la Iglesia, sino con el pueblo mexicano.
→ ¿Qué nos puede decir de la visita pontificia a Cuba?
Aunque la situación política e histórica de este país es diversa a la de México, el Papa llevó a Cuba un mensaje similar. Le dirigió palabras de estímulo y esperanza en un momento particular de la vida de su Iglesia que, además de festejar el jubileo de la Virgen de la Caridad del Cobre, ha centrado su empeño pastoral en su renovación y en el relanzamiento de su presencia en la vida de las familias y de la sociedad cubana.
→ ¿Uno de los temas importantes de la visita a Cuba era el de la libertad religiosa?
Ese tema estuvo presente en las dos etapas del viaje, pero en contextos diferentes. En México, en el debate y la aprobación parlamentaria que hará avanzar aún más la libertad religiosa, que ya es bastante amplia. En Cuba es diferente. Por ello el Papa trató el tema explícitamente, pero de manera muy positiva y aclarando que la Iglesia no busca privilegios, sino contribuir al desarrollo espiritual y material del pueblo.
→ ¿Creo que en Cuba el tema de la libertad iba más allá de la libertad religiosa?
En gran parte de los discursos del Papa se encuentra esta temática (...) Debo sin embargo recordar que el Papa es un pastor de la Iglesia, y que aun cuando su mensaje va dirigido a los fieles católicos, gracias a su autoridad moral habló a todos los cubanos, tanto de la dignidad de la persona, como de los derechos fundamentales. Habló a todo el pueblo cubano, porque su mensaje también iba dirigido a los emigrantes, con la esperanza de una pronta reconciliación.
→ ¿Cómo evalúa el encuentro del Papa con Fidel Castro y cuál fue su verdadero significado? Muchos lo definieron como el verdadero motivo de esta visita.
El jubileo de la Virgen de la Caridad del Cobre, y no [el] encuentro con el comandante Fidel Castro, fue el motivo de esta visita. Pero sabiendo que es una figura de gran autoridad moral, religiosa y cultural, el comandante manifestó su deseo de encontrar al Papa, quien aceptó gustoso. Durante el coloquio, que fue muy cordial, el comandante Castro quiso conocer no sólo la visión del Papa sobre algunas de las grandes interrogantes de la humanidad, sino las respuestas que da a las mismas. Fue un encuentro en el que se reflexionó y profundizó sobre los grandes temas de hoy.
→ Muchos dijeron que en el encuentro Castro anunciaría su regreso a la Iglesia Católica.
Estas son elucubraciones del todo gratuitas. Yo sólo hablo de hechos y no de especulaciones.