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El papel de las mamás en educación

ROLANDO CRUZ GARCÍA
"El amor, para que sea auténtico, deberá costarnos" — Madre Teresa de Calcuta

Nte la proximidad del día de las madres, cabe reflexionar cómo en México lo celebramos ampliamente y con mucho orgullo nos declaramos fervientes allegados a festejar a las mamás, pero poco hemos analizado la importancia que tiene la figura materna, en la educación.

La verdadera educación del niño comienza antes de su nacimiento e inicia con la propia educación de los padres, quienes deben prepararse interiormente y con mucha antelación a través de una mejor comprensión del amor como pareja. La madre, consciente de los poderes que le ha dado la naturaleza, trabajará para dar a este nuevo espíritu, un cuerpo físico y psíquico, "La educación de un niño comienza veinte años antes de su nacimiento, con la educación de su madre" (Napoleón).

La experiencia y los estudios científicos han demostrado que la madre graba profundamente en su hijo lo que ella misma es; existe un período durante el cual, la madre desempeña un papel preponderante en lo que serán las tendencias y los hábitos morales de su hijo: el período prenatal y tan íntima es la participación orgánica del niño y de su madre, como grande es la interdependencia en lo físico y en lo moral.

En el transcurso de esos nueve meses de pre-educación, la madre ayuda a su hijo a llegar a ser lo más grande, siéndolo ella misma, puede ayudarle a ser tranquilo permaneciendo en calma, a ser sonriente si sonríe siempre, a ser fuerte siendo valiente y a ser bueno siendo bondadosa para con todos.

Las mejores condiciones físicas y psicológicas para que el niño se desenvuelva lo más sanamente posible, son las que se derivan del hecho de ser deseado y esperado.

La solidaridad tan íntima que une a la madre con su hijo, lejos de desaparecer cuando éste viene al mundo, continúa durante largo tiempo. Por eso es tan esencial que se encargue la madre misma de la primera educación y del cuidado de su hijo y que no se resigne a confiarlo a otros, más que en casos de fuerza mayor.

Los niños deben aprender además a estar solos y a divertirse solos, si la madre o persona encargada de su cuidado se las ingenian para llenar cada uno de sus espacios y sus minutos, aunque no siempre sea presencialmente, se acostumbrarán a estar felices. Conozco niños que acaparan a su madre desde los primeros años, exigiéndoles la totalidad de su tiempo; estos niños sufren a consecuencia de su continua agitación y el vacío del tiempo constituye para ellos un problema imposible de resolver.

El razonamiento con los niños muy pequeños debe reducirse al mínimo, puesto que no están aún en posesión del pensamiento lógico. Querer hacerle razonar demasiado pronto es como si se quisiera hacerle andar en los primeros meses de vida. Se corre el riesgo de convertirlo en dependiente para toda su vida. Uno de los mayores servicios que se pueden proporcionar al niño es reglamentar sus hábitos, porque es como liberarlo de una responsabilidad que todavía no tienen y que les ayudará más adelante a enfrentar trabas, incertidumbres e inhibiciones.

El papel de mamá es el de facilitar su desenvolvimiento moral y físico, ayudarle a conquistar su verdadera libertad; el orden y la regularidad son casi tan indispensables en esta edad como el cariño. Depende de su madre incluso que a temprana edad el pequeño sepa leer. El libro donde aprenderá el niño a discernir lo que es necesario hacer o no hacer es el rostro de mamá; con sus distintas expresiones, el niño sabe lo que se quiere de él y cada vez que su manera de ser corresponda a la voluntad, mirada y sonrisa de su madre.

El papel de las madres en la educación formal de sus hijos es un asunto poco estudiado y menos discutido, por lo que es necesario redimensionar esta función para que sirva de puente entre las primeras experiencias del niño con actividades desarrolladas en la casa, como el jugar, el colorear, identificar objetos, formas y colores, por mencionar algunas, con el inicio propiamente dicho de su instrucción escolar.

El objetivo de la educación desde la perspectiva de los investigadores (sociólogos, psicólogos y pedagogos), es ayudar al rendimiento escolar de los niños y las niñas y se da reduciendo la distancia y las disonancias entre la casa y la escuela; sin embargo, la noción de participación familiar en la educación (de forma diaria y regular) particularmente en preescolar y primaria, es la que permite el inicio de las primeras estrategias para asegurar el éxito académico.

La educación se ve ahora como una prerrogativa de los profesores, ellos tienen en sus manos la posibilidad de permitir la colaboración de los padres para que se produzca el cambio deseado; estas expectativas de cambio en la educación y la necesaria colaboración familiar con las escuelas tienen implicaciones en los papeles que desempeñan los alumnos en la escuela y dentro de la familia.

Para finalizar, quiero reconocer ampliamente el extraordinario papel que desempeñan las mamás en el diario trajín de la vida escolar, sin ellas sería prácticamente imposible educar y educarnos, con su cariñosa guía y acompañamiento, ser alumno es mucho más fácil. Un millón de gracias a mamá por ser y estar siempre.

Agradezco sus comentarios a: rolexmix@hotmail.com

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