Miguel Herrera, entrenador de las Águilas del América. (Jam Media)
La sacudida que provocó perder el clásico frente a las Chivas aún reporta algunas secuelas en el Nido de Coapa. Contra su costumbre, Miguel Herrera hizo frente a los medios de comunicación para mantener a salvo a sus pupilos de la crítica.
Ayer martes, de plano, envió a la sala de conferencias a dos piezas que ni siquiera ocupa: el “Topo” Valenzuela, sin acción en la Liga desde hace más de seis meses, y Tony López, apenas utilizado como relevo en algunos encuentros.
“Yo me siento bien. Sabemos que hoy [ayer] llegaron Adrián [Aldrete] y Diego [Reyes]; mañana [hoy] lo hará Aquivaldo [Mosquera]. Si hubiéramos jugado el fin de semana habría tenido posibilidades, pero hoy no sé, mas estoy tranquilo, trabajando, porque sé que va a haber una oportunidad, no sé si en este partido o el que viene y cuando llegue, aprovechar”, afirmó Juan Carlos Valenzuela, con quien trabajó el “Piojo” en este par de semanas, a falta de sus centrales de lujo.
“En la Sub-20 me he sentido bien, he jugado dos partidos, alrededor de 60 ó 70 minutos, no más. Yo me siento bien. A final de cuentas, la decisión es de Miguel, y por ese lado, él sabrá quién juega y quién no”, añade.
“La verdad, quiero jugar, pero desesperado y eso, pues no, estoy tranquilo, trabajando día a día para sentirme cada vez mejor. Sé que es complicado después de una lesión de seis meses y de una operación, mas ahora me siento muy bien y espero que haya otra oportunidad y aprovecharla”, señaló.
Sin tanta sequía, pero de igual forma con pocas oportunidades, Tony López aguarda la ocasión para “cuando se me necesite” y “si puedo ayudar con goles, esfuerzo, pases o lo que se pueda, ahí voy a estar y trataré de hacerlo bien”.
Al tiempo que asegura que en Coapa no les falta hambre, “eso no ha faltado nunca, estaríamos mal si no; pasa más por desatenciones o suerte del rival, pero nos esforzamos”, remata seguro.