"Nunca he encontrado a una persona tan ignorante de la que no se pueda aprender algo".
Galileo Galilei (1564 - 1642)
Las presentes reflexiones, me vienen a la mente a partir del grato recuerdo que conservo de mi maestra Beatriz, en 6° de primaria nos daba todas las materias y nos enseñaba matemáticas, español, historia, geografía, biología y civismo, todas con calidad, pero sobre todo con una calidez que nunca voy a olvidar; de igual manera recuerdo su firme regaño, pero su suave forma de enseñarnos.
Además cambiaba cada hora de materia y volvía al tema exactamente en donde lo había dejado y lograba recordar en qué página nos quedamos sus alumnos. Yo imaginaba que la maestra Beatriz tenía en su cabeza una serie de archivos o carpetas marcadas con el nombre de cada materia y que los abría cada vez que los necesitaba; como nunca se equivocaba y todo lo sabía, siempre tenía las respuestas a todos los temas, eso hacía que la viéramos enorme y poderosa, con un poder que todos queríamos llegar a tener.
Pero, ¿a qué nos referimos con conocimiento?, a simple vista pareciera fácil distinguirlo, sobre todo a partir de lo que ignoramos, pero al definirlo, la Real Academia Española dice: acción y efecto de conocer. Y el término conocer como la manera de averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza, las cualidades y las relaciones entre las cosas.
La anterior definición significa entonces que las emociones, los presentimientos, las convicciones, las creencias y todas las demás formas de relacionarnos con la realidad, no nos llevan al conocimiento; es decir, lo que constituye la mayor parte de nuestra vida diaria es inútil para lograr conocimiento. En los medios académicos surgen entonces, preguntas clave para diferenciar entre entender, conocer, saber y creer. De hecho se han escrito libros tratando de separar el sentido de cada uno de estos términos.
Los científicos consideran que la palabra conocimiento puede usarse de dos maneras: una que se refiere sólo a los datos obtenidos por medio de un método científico; y otra, en sentido más amplio que incluye la información generada por otros procedimientos. Naturalmente, para los estudiosos el único conocimiento válido es el obtenido a través del método, el análisis crítico y la confirmación. Pero además, están convencidos de que dicho conocimiento es incompleto, ya que al tratar de explicar un fenómeno determinado, influyen también las subjetividades de quien lo estudia.
Ninguna otra de las numerosas formas de relación del ser humano con la realidad, que se consideren conocimiento, tiene una hoja de servicios a la humanidad como el conocimiento científico; pero no todo ha sido positivo: también ha sido responsable de la barbarie humana que generó el gas tóxico, la guerra bacteriológica, la bomba atómica, el napalm, los agentes defoliantes, el infierno de fuego, etc.
El conocimiento no es bueno ni malo, no se pueden hacer juicios éticos sobre él, ya que no posee ni intenciones ni libre albedrío. Lo que sí puede y debe juzgarse es el uso que hacemos los hombres de él; acusar al conocimiento del mal uso, es una salida fácil, pero falsa, ya que somos los únicos responsables.
Se atribuye a Sir Francis Bacon (1561-1626) la frase "Knowledge is power", que significa: el conocimiento es poder, para nuestros tiempos es obvio, pero para aquella época resultaba una novedad. Dicho poder aludía a la autoridad que el hombre tenía sobre la naturaleza a través del conocimiento, aprovechar los recursos naturales en nuestro beneficio, mejorar la producción y distribución de alimentos, regular el comercio y la economía, manejar la industria, promover y conservar la salud, etc.
El poder del conocimiento no sólo es práctico, no sólo nos permite hacer bien las cosas, también es teórico, nos facilita pensar bien las cosas; esto es particularmente cierto en las humanidades, cuyos campos de estudio son mucho más difíciles y complejos que las ciencias naturales; lo que sí existe en común para ambas ciencias, es un conjunto de prácticas o reglas que se siguen siempre para generar nuevos conocimientos: 1°. No decir mentiras.- en la ciencia no se vale decir mentiras y aunque aplica para otras actividades humanas, en la generación de conocimiento deberá estar lo más apegada a la realidad.
2°. No ocultar verdades.- No es lo mismo decir una mentira que ocultar una verdad, en la ciencia esto es común, sobre todo al descubrir algún procedimiento nuevo o al explorar un área no definida; quien oculta una o más verdades está obrando en contra de los mejores intereses del conocimiento.
3°. No salirse de la realidad.- El campo científico es la propia realidad, por lo que todo lo que se aparte de ella queda fuera de su alcance y de su interés. Es una regla, se trabaja con hechos.
4°.- No rebasar la información obtenida científicamente.- Cuando se genera conocimiento sobre un sector de la realidad, la primera tentación es extrapolarlo a otros sectores más o menos semejantes, pero todavía no explorados, con la intención de que también en éstos, sea cierto.
El papel del profesor en el logro del poder del conocimiento y las cualidades que debe poseer para diseminar dicho conocimiento, son fundamentales al momento de formar jóvenes, que en un futuro inmediato, serán quienes ostenten el poder en su sentido más amplio.
Agradezco
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