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El PRI: lecciones aprendidas

PATRICIO DE LA FUENTE
"La negociación sugiere un compromiso, una posición ubicada en algún lugar entre dos posiciones existentes".— Edward de Bono
"He dicho muchas veces que la política es la segunda profesión más baja y me he dado cuenta de que guarda una estrecha similitud con la primera".— Ronald Reagan

Reza un dicho popular: "estoy que no me calienta ni el sol", el cual es comúnmente utilizado para expresar sentimientos de desasosiego, indefensión e incertidumbre. Y es que hace doce años, querido lector, así se sentían los priistas tras perder por primera ocasión en siete décadas la Presidencia de la República. Quedan para el recuerdo las caras de desencanto y molestia no disimulada de diversos legisladores y representantes del PRI al ser testigos del momento en el que Ernesto Zedillo le hiciera entrega de la banda a su sucesor, un individuo ataviado con botas, sombrero y de hablar desparpajado y coloquial que lleva por nombre VicenteFox, y cuyo inclusión en las páginas de la historia se encuentra garantizada al haber cumplido la promesa de sacar al PRI de Los Pinos.

Dicen que el carácter y el temple del ser humano o de una colectividad se forja y pone a prueba en tiempos aciagos. Lejos de dormirse en sus laureles o lamentar el ostracismo y la pérdida de un coto de poder prácticamente ilimitado como lo es la Presidencia, hace dos sexenios el PRI se dio a la tarea de analizar con minucia qué hizo mal, comprender el porqué de la derrota y replantearse un porvenir que entonces se antojaba como catastrófico, por decir lo menos. Mientras la derecha se avocó a la tarea de aprender a ser gobierno -arte que hasta hoy siguen sin dominar del todo- y la izquierda desvió el rumbo hasta convertirse en un cúmulo de grupos y facciones más célebres por las pugnas y las rabietas entre sus miembros que por su eficacia y por fungir como sano contrapeso al ser oposición, el PRI da muestras de disciplina y unidad partidista, opera de forma coordinada y el buque se encamina hacia puerto seguro. Todos reman juntos. Comenzaron por conquistar distintas gubernaturas que se daban por perdidas y el pasado julio, en el marco de unos comicios que no pocas voces cuestionan y ponen en duda, el PRI se corona consiguiendo la cereza del pastel: las llaves de Los Pinos.

¿Qué tanto habrá cambiado el PRI de 2000 a la fecha? ¿Existe un nuevo partido? ¿Se puede confiar en él? ¿Vale la pena darle la oportunidad a un PRI que dice ser diferente, pero que al mismo tiempo recurre a prácticas y usos y costumbres indebidas? ¿Se puede olvidar el enorme daño que en muchas ocasiones le hicieron al país y solapar la corrupción e impunidad que a la fecha protege a un buen número de sus militantes? ¿Intentarán los priistas restaurar las prácticas de antaño y el ejercicio de la Presidencia Imperial? Por otra parte, ¿es justo pasar de lado las innumerables conquistas y logros de dicho partido a lo largo del tiempo? ¿Se vale ignorar que, como en todos los partidos, en el PRI existen hombres y mujeres de bien cuya capacidad está fuera de toda duda? Son los cuestionamientos válidos que afloran entre los mexicanos y, muy en especial, entre quienes no votamos por Enrique Peña Nieto en los pasados comicios.

Es mi deseo que el PRI ejerza una presidencia y un gobierno exitoso. Si al gobierno le va bien, ello por natural lógica se traducirá en beneficios para la población. En tanto, los recientes nombramientos de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón como coordinadores de bancada tanto en el Senado como en la Cámara Baja, envían una señal de unidad, de que echan mano de dos pesos pesados, dos lobos de mar que garanticen que las largamente postergadas y urgentes reformas estructurales, finalmente se lleven a cabo.

Así las cosas. El PRI me genera enormes interrogantes y suspicacias y la mala imagen que tienen no es fortuita. De hecho, así miro a todos los partidos y a prácticamente todos los políticos: con reserva. Cría fama…

INFONAVIT 40

Este martes tuvo verificativo la ceremonia de conmemoración por los cuarenta años del Infonavit y posterior comida en el Campo Marte de la ciudad de México, a la que este columnista tuvo oportunidad de asistir. En dicho evento se dieron cita diversas personalidades del ámbito político, empresarial y las representaciones sindicales del organismo; destacando la presencia de varios exdirectores del instituto, entre ellos Don Jesús Silva Hérzog, quien dirigió emotivas palabras a la concurrencia en su carácter de primer titular y fundador del Infonvit. El invitado de honor fue el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, quien en su discurso señaló los trascendentes e indiscutibles logros en materia de vivienda, destacando el millón de hipotecas verdes entregadas y el que cinco de cada siete créditos hipotecarios otorgados corresponden y son mérito de la administración de Víctor Manuel Borrás Setién, el actual Director General. "Como uno de los funcionarios más honestos y capaces que he tenido la oportunidad de conocer y a quien tuve el enorme gusto de ratificar al asumir la Presidencia", definió el Ejecutivo Federal a Víctor Borrás, hecho con el que aquí coincidimos. Vaya pues una felicitación al Infonavit en tan importante fecha y muy en especial a su Director General por su destacada labor al frente de dicho organismo, y con quien me unen lazos de amistad, afecto y admiración. Enhorabuena.

Twitter @patoloquasto

Nos vemos los lunes, miércoles y viernes a las 2:30pm en EfektoTV

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