El provocador Vallejo
Hugo Hiriart en su obra El arte de perdurar, que ganó el Premio Mazatlán de Literatura, establece que los artistas, y en especial los escritores, para perdurar en el gusto del público además de talento requieren hacerse notar por comportamientos distantes del comedimiento y de lo que se considera como políticamente correcto. Los comentarios punzantes, la ironía permanente y el ataque mordaz a instituciones y figuras consagradas son recursos que mucho contribuyen a la fama de un autor. Para ilustrar su tesis, Hiriart contrapone a dos escritores cuyos méritos literarios están fuera de toda duda: Alfonso Reyes y Jorge Luis Borges. Mesurado en todo momento el primero, provocador permanente el segundo. El mexicano cuya calidad estética fue envidiada incluso por Borges, es poco recordado. El argentino, en cambio, ha alcanzado mundialmente un prestigio imperecedero. Son legión las personas notables que fueron descalificadas por el genial Borges. He aquí unos cuantos: Gabriela Mistral, Federico García Lorca, Miguel de Unamuno, Ezra Pound, Rabindranath Tagore y Jacinto Benavente.
Atacar a los grandes es un recurso publicitario efectivo. Bien lo supo José Luis Cuevas al hablar con desprecio de David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo. Atacando a pintores superiores, Cuevas se convirtió en el enfant gâté de la plástica mexicana.
A los profesores les consta que hay dos tipos de alumnos que se recuerdan fácilmente a pesar del paso de los años: los muy brillantes y aquéllos que se afanan por llamar la atención con conductas provocativas. Y lo que ocurre en el aula también pasa en la vida. Es por eso que al escritor Fernando Vallejo no lo olvidarán quienes hayan leído sus brillantes libros y escuchado sus provocativas frases.
Vallejo es un escritor colombiano con numerosos y merecidos galardones, que al recibir el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ganó las simpatías de los espectadores al anunciar que donaría los 150 mil dólares a instituciones protectoras de animales. Tras anunciar la donación empezó a hacer mofa de medio mundo y no dejó títere con cabeza.
Si en la FIL centró sus ataques en los políticos mexicanos, en otros foros ha atacado con virulencia a grandes escritores. Según él, Jorge Luis Borges era un prosista menor y un mal poeta, Julio Cortázar no sabía escribir y Gabriel García Márquez es un escritor sin originalidad que sólo ha escrito en tercera persona omnisciente, lo que le parece el camino más trillado de la literatura. Asevera que el Gabo tiene una prosa pobre de vocabulario, sintaxis, sonoridades. Y de Octavio Paz se atreve a decir que le parece un personaje muy antipático por mal escritor y por mal poeta. “Paz se creía que era alguien y ahí no había nadie. Era un escritor muy menor”.
Las religiones, en especial el cristianismo y el islam, son su principal objeto de ataque. A propósito del cristianismo, Vallejo no se limita a atacar al clero corrupto y a la jerarquía incongruente y ávida de poder como han hecho otros críticos célebres. Cuestiona al mismo Jesucristo por no haberse dado cuenta del sufrimiento de los animales y no haber predicado la necesidad de defenderlos: “...mi polémica no es con este Papa, que al fin de cuentas no es más que un pobre diablo que ya por fortuna se va a morir; mi polémica es con Cristo, uno al que tampoco le dio el alma para entender lo que tenía que entender: que los animales también son nuestro prójimo, y no sólo el hombre, que es el más malo de los animales. Y después de Cristo con Mahoma, esa bestia reproductora y lujuriosa”. El colombiano insiste en que Dios no existe y que si acaso existiera valdría “un carajo” porque nada hace para aliviar el sufrimiento de los animales y quitarle lo jodido al mundo.
Sus ataques no los hace en nombre del pueblo. “Yo detesto al pueblo. A mí el populacho, la chusma, la horda, la turbamulta, no me sirve ni de objeto sexual”.
Es probable que Vallejo perdure en el recuerdo de la gente. Por desgracia, todo indica que eso se deberá más a sus provocativas opiniones que a sus magníficos libros.
Correo-e: antonioalvarez@hotmail.com
