“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, el famoso microrrelato de Augusto Monterroso titulado El Dinosaurio bien puede resumir la jornada electoral de este domingo donde se alzó con el triunfo Enrique Peña Nieto, de esta forma el PRI regresa a la Presidencia de la República después de 12 años.
De acuerdo al conteo rápido del Instituto Federal Electoral, Enrique Peña Nieto obtuvo el 38% de la votación, seguido por el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador con 31% y en tercer lugar se ubicó la panista Josefina Vázquez Mota con el 26% de la votación. En cuarto lugar como era de esperarse se ubicó Gabriel Quadri, quien logró su objetivo de salvar el registro del Partido Nueva Alianza propiedad de la maestra Elba Esther Gordillo.
A pesar de que el sexenio se ha caracterizado por la irrupción de la violencia de parte del crimen organizado, la jornada a lo largo y ancho del país se llevó a cabo en un ambiente de paz y tranquilidad.
El resultado de la elección ofrece muchas variables para el análisis, pero una primera lectura nos dice que el grueso de la población está decepcionada de la forma de gobernar del PAN, quien después de 12 años deja la Presidencia para regresar a ser oposición. El albiazul está obligado a hacer un ejercicio de autocrítica para reconocer sus errores y excesos en el ejercicio del poder porque no sólo perdió la elección sino que incluso quedó en tercer lugar de la contienda.
Sin duda los más de 40 mil muertos en el sexenio, así como los errores en la estrategia de seguridad, fue una pesada losa para Josefina Vázquez Mota quien cargó en sus hombros los errores del presidente Felipe Calderón.
Por otra parte, el resultado de la elección también obliga a la izquierda de este país a hacer un análisis porque nuevamente se quedan en la antesala del triunfo. A pesar de verse más moderado Andrés Manuel López Obrador no logró vender la idea del voto útil para cautivar a los indecisos y a los panistas que se oponían a la llegada de Peña Nieto.
Cuestionado por su cercanía a las televisoras, el hijo pródigo del grupo Atlacomulco, Peña Nieto compitió con el librito y nunca perdió la ventaja que le daban las encuestas. Con él regresa el PRI a Los Pinos y el nuevo presidente de la república está obligado a demostrar que en realidad su partido cambió y que el país no está experimentando un regreso al pasado.
Generación de empleos, pero sobre todo la recuperación de la paz y la tranquilidad, son las principales asignaturas que deberá resolver a partir de diciembre Enrique Peña Nieto, el nuevo presidente de México.
