José de Jesus Corona. (EFE)
Su primer llamado a la selección mexicana en el 2003 estuvo lleno de polémicas, con tan solo siete partidos en Primera División Jesús Corona ya era una opción importante para el arco Tricolor.
"Fue una gran noticia mi primer llamado, escuché criticas negativas y positivas, en ese momento me sentí con mucha confianza y solo traté de mentalizarme y convertir toda la critica en positiva, me enfoqué en mi trabajo, a final de cuentas significaba que estaba haciendo bien las cosas”, indicó.
A pesar del tropiezo que tuvo al no asistir al Mundial de Sudáfrica en el 2010, Corona consiguió refrendar el camino y ajustar su nivel para continuar su andar en selección nacional.
“Fue una experiencia de vida, reconozco la realidad, hice mal y me dediqué a trabajar, era mi obligación seguir adelante, estoy agradecido con todos por darme otra oportunidad”.
Los rivales en Juegos Olímpicos han exigido al arquero mexicano en varias ocasiones y ha resuelto cada acción de peligro para la cabaña tricolor: “Hay que demostrar partido a partido que se para por un buen momento también es importante, sé que tengo que aprender de todo”.
La medalla de oro en los pasados Juegos Panamericanos 2011 y la conquista en el Torneo de Toulon en Francia ayudaron en el ánimo para llegar a la final olímpica.
“Iba con toda la mentalidad de asumir ese rol de refuerzo, es un reto más, un objetivo más y un paso más, yo estoy muy contento, ya he participado con los jóvenes en Panamericanos y se encuentra un gran grupo de trabajo”, señaló.