El secreto de un buen desayuno

Uno de los propósitos más comunes en año nuevo es bajar de peso, eliminar esos kilitos de más, esa pancita que atormenta o simplemente llevar una vida más saludable. Un método fácil y accesible para todos son las dietas. Por definición, la palabra “dieta” es el conjunto de platos y alimentos que cada persona consume en un día. Por lo tanto es sólo cuestión del estilo de vida, de la cultura y se ve afectada por factores sociales y económicos de las personas. La realidad es que buena o mala, cada ser humano tiene su propia dieta.

¿Las dietas sólo sirven para adelgazar?

En entrevista con la Licenciada en Nutrición Bárbara Martínez Calderón afirma que la palabra dieta se ha confundido erróneamente con un régimen especial para bajar de peso, sin embargo, a pesar de lo adecuada o inadecuada que sea nuestra dieta marcará la diferencia para un aumento, mantenimiento o una pérdida de peso.

La nutrióloga recomienda llevar una dieta balanceada, la cuál se logra al consumir una variedad de alimentos de manera equilibrada, incluyendo en cada tiempo de comida alimentos de los tres grupos representados en “El plato del buen comer”. Frutas, verduras, cereales tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal es lo que se debe de consumir, de igual manera se pueden añadir, con moderación, grasas, aceites y dulces con el fin de mejorar su sabor y proporcionar ciertos nutrimentos.

Es importante moderar la cantidad de cada alimento en base a las necesidades energéticas de la persona.

“Una dieta balanceada asegura un aporte adecuado de nutrimentos al organismo, con lo cual evitaremos enfermedades como la obesidad, diabetes, desnutrición, hipertensión, entre otras”, señala la nutriologa.

Ninguna dieta es igual a otra

Muchas veces las personas intentan seguir la dieta de las estrellas o de sus ídolos, sin ponerse a pensar que todas las personas son diferentes, por lo que no es raro que lo que ayuda a adelgazar a una persona, engorde a otra.

Cada régimen de alimentación debe ser diferente para cada persona, ya que estos varían dependiendo de las necesidades de cada individuo. No será lo mismo un plan alimenticio para una persona que desea reducir de peso, que uno para deportistas o personas con enfermedades, es por eso que cada régimen de alimentación debe de ser individualizado.

Es por eso que los nutriólogos, al realizar un plan de alimentación se basan principalmente en el género, edad, peso, estatura y en la condición fisiológica.

Podría creerse que lo ideal es comer menos de las tres comidas fuertes, sin embargo, la especialista en nutrición recomienda consumir 5 comidas al día, las cuales constan de desayuno, comida, cena y dos pequeñas colaciones entre comidas, esto logrará mantener el metabolismo trabajando, controlando los niveles de azúcar en sangre, de esta manera se evita llegar a la siguiente comida con un apetito excesivo.

¿La clave para no engordar?

El estilo de vida que se lleva actualmente, ha obligado a las personas a agilizar todos los procesos, afectando incluso la alimentación. Cada vez se come más a prisa, sin tener tiempo de disfrutar lo que se ingiere, sin embargo está demostrado que comer despacio es la clave para no engordar.

La nutrióloga explica que al comer despacio, se mastican y digieren mejor los alimentos, por lo que le da tiempo a que las señales de saciedad lleguen al cerebro y así la persona deja de sentir más despacio.

Muchas personas eliminan una de las comidas del día para notarse más esbeltos o sentir que adelgazan más rápido, sin embargo todas las comidas son importantes por lo que no deben de tomarlo a la ligera.

¡No olvides desayunar!

El desayuno es de suma importancia para las personas, ya que después de toda una noche de ayuno, los valores de glucosa, que son el principal combustible energético, desciende peligrosamente, obteniendo como resultado síntomas de periodo de letargo caracterizado por decaimiento, falta de concentración y mal humor. La falta de glucosa provoca múltiples alteraciones en el funcionamiento orgánico normal y este desequilibrio condiciona la conducta e influye negativamente en el rendimiento físico e intelectual.

“Es importante mencionar que en el caso de los niños tiene particular relevancia desayunar, ya que de no hacerlo se verá afectado su desempeño en la escuela; se sentirán cansados, desganados y pondrán poco interés en las clases, repercutiendo en su desarrollo intelectual, además estarán en riesgo de sufrir desnutrición y diversas enfermedades”, comenta la nutrióloga.

Eres lo que desayunas

Es recomendable balancear nuestro desayuno en base al plato del buen comer y la nutrióloga aconseja invertir entre 15 y 20 minutos para desayunar, ya que el tiempo empleado es un factor importante para lograr un desayuno de calidad.

Eres lo que comes, por lo que no puedes ingerir cualquier cosa, unas galletas, refresco y un dulce no son la mejor opción para iniciar el día. Se debe tomar en cuenta la calidad del alimento que se consumirá para reactivar el organismo durante el desayuno. Ingerir “combustible de mala calidad” afectará el rendimiento de las personas a lo largo del día.

Los famosos licuados

Ahora está muy de moda mezclar un sinfín de frutas y verduras, para hacer un licuado tan nutritivo, como desagradable a la vista. La especialista en nutrición recomienda licuados a base de leche descremada, frutas, algunas semillas como por ejemplo almendras y un par de cucharadas de avena. De esta manera se obtiene calcio y proteínas de la leche, las vitaminas y la fibra de la fruta, grasas esenciales de las almendras, así como carbohidratos complejos que ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. Un licuado puede ser el equivalente a un desayuno balanceado.

La nutrióloga Bárbara Martínez recalca que el consumo de agua natural a lo largo del día es de suma importancia, ya que este vital líquido tiene funciones importantes en los procesos metabólicos, entre los cuales está regular la temperatura corporal y eliminar productos de desecho. En lo que respecta a jugos y zumos de frutas, por lo general están cargados de azucares simples, lo cuál nos da un alto aporte calórico y una baja sensación de saciedad. La nutrióloga recomienda ingerir la fruta entera, ya que de esta manera la fibra genera la sensación de satisfacción por más tiempo.

Lo que NO debes de desayunar

¡Adiós a los hot-cakes y los cereales ricos en azucares y grasas! Estos alimentos contienen carbohidratos simples y grasa escondida, generalmente contienen una gran cantidad de azúcar que nadie necesita. La nutrióloga sugiere extraerlos en casa o evitarlos, ya que aunque son deliciosos, aportan muy pocos nutrientes.

Pro-bióticos para empezar bien el día

El efecto benéfico de los pro-bióticos consiste en ayudar al equilibrio de la flora intestinal, lo cual ayuda a mejorar la digestión, disminuir molestias relacionadas con gastritis y colitis, reducir el estreñimiento y prevenir las infecciones gastrointestinales. La nutriologa recomienda ampliamente el consumo de pro-bióticos antes del desayuno, estos ya se pueden encontrar en distintas presentaciones, la más adquirida es la que se obtiene en el yogurth.

LA OPCIÓN

Según la Nutrióloga Bárbara Martínez, un desayuno equilibrado puede ser el siguiente:

- 1 Taza de papaya

- Huevo a la mexicana

- ¾ Taza de frijoles de la olla

- 1 Tortilla de maíz

- 1 Taza de leche