Hablan De Imposibles Hace un año -justo en la conmemoración del Día de la Libertad de Expresión-, comunicadores duranguenses pertenecientes a diversas organizaciones decidieron honrar la memoria el ilustre Francisco Zarco en un espacio que desde hace años fue olvidado por muchos: el multifamiliar que lleva su nombre.
En el patio de ese lugar descansa un busto del histórico periodista; sin embargo no está en las mejores condiciones. La cantera ha sufrido los estragos del tiempo y la parte fabricada en bronce, a la altura de la cabeza, sufre una enorme hendidura.
Los daños, que fueron identificados desde entonces, se señalaron públicamente y la información llegó incluso al Ayuntamiento a través del Cabildo. No obstante, la instancia que resguarda monumentos en la ciudad no dio respuesta a las peticiones periodísticas, aun y cuando también se dio por enterada.
Cabe destacar que pese a los daños, "El Zarquito" del Multifamiliar, como le llaman cariñosamente quienes identifican el sitio, aún cuenta con su placa de bronce, a diferencia de la mayoría de las figuras que se honran en plazas públicas y jardines de la capital.
Luce este como un buen momento para que la Dirección de Servicios Públicos Municipales atienda el llamado del gremio para remozar una figura que representa tanto en materia de libertad de expresión.
El aguinaldo es un derecho laboral que contempla el artículo 87 de la Ley Federal de Trabajo, por lo que es una obligación ineludible para los patrones mexicanos.
Este beneficio, que debe pagarse antes del 20 de diciembre, equivale a por lo menos una quincena de salario, aunque en algunas empresas se da una cantidad mayor con base en la antigüedad del trabajador. De acuerdo con el artículo 110 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), el aguinaldo es un ingreso gravable y por lo tanto se debe pagar impuestos
Pero ¿a que viene a colación esta introducción legal? Pues a que Rebeca Meléndez, la dirigente del Sindicato de trabajadores académicos de la Máxima Casa de Estudios le pidió a la UJED que continúe con la prestación de no gravar impuestos a la prestación del aguinaldo que se da a final del año para los trabajadores de la universidad.
Por mucho tiempo la UJED de manera populista e irresponsable, absorbía este impuesto que la Secretaria de Hacienda grava a los trabajadores; lo que ha traído en consecuencia que no puedan sanearse en su totalidad las finanzas de la Máxima Casa de Estudios. Ahora el rector Tomás Castro Hidalgo, ha expresado que la UJED no puede seguir subsidiando este gravamen y que los trabajadores tendrán que cumplir con esta obligación fiscal directamente.
Por lo que la petición de Rebeca Meléndez no tendrá mucho eco, porque al final este impuesto siempre se ha pagado, no es un impuesto nuevo, sino que antes por cuestiones políticas de la anterior administración, lo pagaba la propia Universidad.
