Desventaja. Los pequeños viven en condiciones de desigualdad, lo que impacta en la educación que reciben.
Al identificar los rasgos más preocupantes de la "emergencia educativa", mismos que deben ser atendidos por los mexicanos, el obispo auxiliar Enrique Sánchez Martínez, reflexionó sobre la educación en México en su Episcopeo.
Expuso que México es uno de los países con mayor desigualdad en la distribución de la riqueza. "Se concentra en las manos de unas pocas personas mientras que las inmensas mayorías viven en situación de pobreza y de miseria. Este hecho impacta directamente en el desarrollo educativo, ya que niños y jóvenes insertos en zonas marginadas, aún cuando estudien en diversos niveles escolares, no obtienen la misma educación que los niños y jóvenes insertos en ambientes socio-económicamente más favorecidos".
Consideró que la pobreza y la inequidad son sumamente preocupantes, "el 35.8% de la población vive en condiciones de pobreza, mientras que el 10.4 % vive en pobreza extrema. El 51.2 % de la población ocupada tiene un nivel de ingreso mensual menor a los tres salarios mínimos. México es un país en el que existe una enorme desigualdad entre ricos y pobres: al 10% más pobre de los mexicanos le corresponde el 1.2 por ciento del ingreso nacional total; en el otro extremo, el 10% más rico de la población concentra el 41.3 % de la renta nacional total. Esto quiere decir que en México la inequidad es muy alta", lamentó.
Asimismo, dijo que los jóvenes mexicanos se encuentran en una encrucijada, ya que por un lado, desean acceder a la educación media y media superior y, por el otro, tienen que aportar recursos a sus hogares o tienen que mantenerse por su cuenta.
Mejor desertan
La principal causa de deserción escolar en adolescentes de entre 15 y 17 años de edad se debe a que tienen que trabajar. Estos jóvenes con frecuencia deciden su trabajo no según su vocación, sino según sus necesidades y la oferta de trabajo, lo cual les causa desánimo, una percepción de frustración y de pesimismo hacia el futuro. También influyen en la deserción escolar, la desintegración familiar y otros factores, destacó el Obispo Auxiliar.