El cuerpo de Calero fue recibido por un sacerdote que ofició una misa de cuerpo presente.
En punto de las 13:00 horas arribó al estadio Hidalgo el cortejo fúnebre con los restos del ex guardameta colombiano Miguel Calero, quien se naturalizó mexicano.
Al descender de la carroza, el féretro del célebre guardameta fue cargado por sus compañeros del primer equipo, quienes, con lágrimas en los ojos, caminaron por la cancha en la que vivieron momentos de gloria junto al “Cóndor”.
Entre aplausos de cientos de aficionados que se congregaron en la casa de los hidalguenses, el cortejo se abrió paso hacia la carpa, donde el cuerpo de Calero fue recibido por un sacerdote que ofició una misa de cuerpo presente.
Sobre la grama también fueron colocados los trofeos conseguidos por los Tuzos desde su ascenso a la Primera División en una postal de contrastante: la gloria futbolística en el intempestivo adiós de una de sus figuras.