Colocada de espaldas a la pared ante la debilidad de su argumentación, la Comisión Federal de Competencia está abriendo rendijas para revocar la posibilidad de concentración entre Televisa y Iusacell para ofrecer servicio de telefonía inalámbrica y banda ancha en competencia con Teléfonos de México.
Las señales hablan de plantear las firmas de motu propio una suerte de catálogo de compromisos, o si lo prefiere un engranaje de candados, en cuyo eje se cerraría la posibilidad de colusión de las televisoras integradas a la apuesta.
Como recordará usted, tanto Iusacell como Televisión Azteca son filiales del Grupo Salinas.
Según ello, pues, la firma resultante se deslindaría totalmente del mercado en que compiten Ricardo Salinas Pliego y Emilio Azcárraga Jean, quienes mantendrían un tú a tú.
Como usted sabe, uno de los argumentos de los tres integrantes del pleno de la Comisión Federal de Competencia que rechazaron la concentración apuntaba a lo que se ubicó tácitamente como trato discriminatorio de las empresas contra Teléfonos de México, al cortarle la posibilidad de seguir anunciándose.
El trato, pues, seguiría latente dada la necesidad de ganarle mercado a las firmas del magnate Carlos Slim.
Sin embargo, la argumentación de Televisa y Televisión Azteca frente a la cancelación de pautas de las telefónicas Telmex y Telcel, fue que éstas se habían negado a aceptar sus tarifas.
De hecho, la firma del canal de las estrellas aducía que las empresas querían imponer sus propias pautas en materia de costos.
Yo no las corrí. Ellas se fueron solas.
Por lo pronto, la propia Televisa deshoja la margarita sobre si plantea o no la exigencia de una investigación en torno a la filtración de la resolución aprobada por mayoría que negaba la concentración, antes de que ésta fuera comunicada a las partes.
La alternativa podría derivar en una recusación al presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, en su carácter de responsable de mantener el sigilo requerido por la ley.
Sin embargo, se sabe que el campanazo periodístico no surgió por parte de integrante alguno del pleno de la dependencia.
Del otro lado, aunque la propia CFC sigue de oficio, vía una instancia ajena al pleno, el presunto acto de rebelión de Televisa al capitalizar a Iusacell antes de ventilarse la posibilidad de autorizar la concentración, tampoco hay elementos para condenarla, dado que la operación implicó la adquisición de papeles de deuda convertibles en acciones... sólo que en cinco años.
Estamos hablando, pues, de una inversión de mercado sin posibilidad aún de consolidarse como paquete accionario de peso.
La operación se realizó en el último trimestre del año pasado, en un escenario en que Televisa invirtió 37.5 millones de dólares en capital y mil 565 millones en deuda convertible en acciones.
Lo cierto es que la Comisión Federal de Competencia no logró castigar, en un escenario similar, al Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco.
Este, como recordará usted, integró a la causa de su filial Ferromex al troncal de rutas ferroviarias del sureste, pese a la negativa de la CFC a autorizar la concentración.
Más aún, colocada en la mesa una segunda solicitud, hete aquí que sin ventilarse ésta las firmas actuaban como una sola.
Ahora que en los hechos la Comisión Federal de Competencia se atrevió a darle el sí a la concentración de Jugos del Valle a la causa de Fomento Económico Mexicano (Femsa), la principal fabricante de bebidas en el país... a cambio de una serie de compromisos.
En aquel entonces Coca Cola, el principal productor de la firma de Monterrey, enfrentaba un litigio por desplazamiento indebido de la competencia, léase exigencia de exclusividad en la red del pequeño comercio, a cambio de ciertas canonjías.
No era absurdo pensar, pues, que el escenario se repetiría ahora contra las marcas rivales de Del Valle.
Femsa, pues, debió colocar desplegados en los diarios a través de los cuales comprometía un voto de buena conducta.
La rendija, pues, para el que en el papel sería un competidor de peso completo contra Telmex, está abierta.
A un día de vencerse el que se había calificado como plazo definitivo para recibir una postura en firme para su rescate o declarar en quiebra a Mexicana de Aviación, el juez del concurso mercantil de la firma, Felipe Consuelo Soto, aplazó ad infinitum la fecha fatídica.
Podrían pasar semanas, meses y hasta años en una espera que todos los días merma las posibilidades de la firma. De hecho, el exiguo patrimonio con el que llegó al proceso de quiebra ordenada está prácticamente agotado.
En la larga gesta burocrática, (¿usted cree que diez días después no estén colocados en firme fondos enviados del extranjero al Banco Mifel? ¿Usted cree que en el lapso no puede dilucidarse el origen lícito de éstos?), la empresa perdió un litigio con el Banco Nacional de Comercio Exterior que le cancela la propiedad de nueve aviones; perdió sus rutas estelares; perdió sus slots; perdió su licencia...
Más aún, de los ocho mil 200 trabajadores en la calle, sólo la mitad están en la pelea por la recuperación de su empleo. Algunos viven en casas de campaña.
¿Se trata de doblegar la causa por cansancio?
CCE PANISTA
Como balde de agua helada cayó entre los empresarios agrícolas del Valle del Yaki la integración a las listas de candidatos a diputados de partido por parte de Acción Nacional del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Mario Sánchez Ruiz.
Este había sido severamente criticado por su falta de compromiso a la causa en la lucha contra un proyecto autocrático del gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés Elías, para despojarlos de agua de riego, cuyo nuevo destino sería la capital del Estado.
De hecho, Sánchez Ruiz, propietario de gasolineras en la zona, debió cambiar su residencia a Hermosillo.
En la pelea, soslayando otras alternativas menos costosas que la construcción de un acueducto, el Ejecutivo local ha desacatado amparos en firme que impiden avanzar en la construcción de éste.
La gran pregunta, en el escenario del triste papel que jugó en el 2006 el CCE para denostar al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, es si el organismo se convirtió ya en el sector empresarial del PAN.
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