Levantado ya el templete para la unción de Gerardo Gutiérrez Candiani, actual presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, como nueva cabeza del Consejo Coordinador Empresarial, garantizados a su favor cinco de los siete votos en juego, del dicho al hecho habrá jaloneos.
La Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamín), encabezada por Salomón Presburger, está promoviendo alguna zancadilla para abollarle el trono al virtual sucesor de Mario Sánchez Ruiz.
Detrás de la maniobra se ubica un agravio del sindicato patronal a la cúpula industrial. Estamos hablando de la promoción de ésta de un recurso jurídico para solicitar su inclusión en el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Como usted sabe, la representación patronal de éste la acaparan la Concamín y la Concanaco, con la novedad de que la primera tiene tres asientos y la segunda el cuarto otorgado.
El amago de la Coparmex se planteó hace unas semanas al dirigirle una carta al Secretario General del organismo, en reclamo de equidad en la distribución de los asientos.
La respuesta del aludido, Juan Moisés Calleja, fue que el asiento no se ubicaba en su jurisdicción, sino en la Presidencia de la República, lo que le abrió el camino al sindicato patronal para recurrir a un amparo.
Aparentemente éste se planteó hace unos días.
Naturalmente, la respuesta de la Concamín fue de furia, al considerar que en tal caso quien debía arbitrar el asunto debía ser el propio Consejo Coordinador Empresarial.
Lo cierto es que la defensa de su mayoría en el órgano de decisión del Instituto, en cuyo escenario están en la mesa decisiones torales como un eventual aumento de cuotas obrero-patronales; un cambio radical en los parámetros de riesgos laborales, y aún su deslinde del Seguro Popular, la Concamín no las tiene todas consigo.
Hete aquí que uno de los representantes de la cúpula industrial, su ex presidente Ismael Plascencia, prácticamente no acude a las reuniones, lo que deja un hueco en la votación del sector empresarial.
Se diría que el defecto que con tanta insistencia señalan los empresarios en la representación popular, diputados que acuden a una sesión y faltan a 17, se ubica como viga en el ojo de éstos.
Y a lo mejor usted pensaría que no hay comparación posible, dado que los diputados cobran dietas, que cubrimos usted y yo, sin trabajar.
El caso es que el IMSS, es decir los patrones y los trabajadores, también le paga a los representantes que participan en su Consejo Técnico.
Y no hay constancia alguna de que Plascencia, presidente actual de la Asociación de Constructoras de Vivienda, haya donado sus emolumentos a la Fundación IMSS.
Ahora que la Concamín tampoco tendrá una tersa sucesión, dado que el ungido para suceder en la presidencia a Salomón Presburger, es decir el actual presidente de la Asociación de Industriales del Estado de México, uno de los integrantes de la familia Funtanet, no se le considera representativo del gremio.
La tarea fundamental de ésta se ha inscrito en tareas inmobiliarias.
Tradicionalmente el dirigente al relevo de la Concamín ha surgido de alguna de sus Cámaras integrantes, por más que históricamente la Textil y la del Vestido han llevado la mano.
Desde otro ángulo, sin embargo, la pelea de la Concamín se ubica, al margen de si tiene o no derecho, por estatuto, a la representación, en el triste papel desempeñado por Sánchez Ruiz al frente del Consejo Coordinador Empresarial, cuyo común denominador fue la ausencia de crítica al gobierno, más concretamente al Ejecutivo.
Se diría que, a contrapelo del grave clima de violencia que ha provocado el cierre de miles de empresas al fragor de extorsiones y amenazas cumplidas, a la par de un mediocre crecimiento en la economía, el dirigente prefirió hacer méritos para una diputación de partido por Acción Nacional.
¿Qué no el Consejo Coordinador Empresarial pugnaba por la desaparición de la representación plurinominal que eleva el número de curules a 500?
Por lo pronto, la falta de verticalidad en la representación patronal está provocando una corriente cada vez más nutrida hacia la causa del virtual precandidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.
Habrá, pues, ruido antes que llegue al cambio de estafeta en la cúpula de cúpulas empresarial.
De concretarse la advertencia del juez que lleva el proceso de quiebra, Felipe Consuelo Soto, hoy es el día D para Mexicana de Aviación. De no tenerse certeza de la colocación en firme de los 300 millones de dólares ofrecidos por la firma de capital español Med Atlántica, la empresa aérea podría declararse en quiebra.
La presión para el ahora o nunca, como usted sabe, llegó de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. De caerse el último volado, el escándalo hablará de una simulación criminal para alargar la agonía de la empresa y de pasadita cancelar una por una sus raquíticas opciones de vida.
¿O qué, sería sólo mala suerte que los 28 postores que desfilaron con supuestas ofertas no tuvieran opción de demostrar la seriedad de sus intenciones?
SALVAN A BORJA CHICO
Por lo pronto, en un capítulo más del grotesco sainete de Mexicana de Aviación, hete aquí que una juez federal canceló la orden de aprehensión que pesaba sobre el ex director general de la línea aérea, Manuel Borja Chico, sobre quien pesaban cargos de defraudación fiscal por más de 500 millones de pesos.
La paradoja del caso, es que se emitió a su vez una orden similar de captura contra dos de los consejeros de la firma en la época en que la encabezaba el presidente del grupo hotelero Posadas, Gastón Azcárraga Andrade. Estamos hablando de Ricardo Arturo Bastón Aguilar y Eduardo Gámez Martínez.
A ellos se les acusa del mismo delito, sólo que por 50 millones de pesos, es decir más de 10 veces menos.
MÁS INFLACIÓN
De acuerdo al Índice de Precios Metropolitano de Consultores Internacionales, durante enero pasado la inflación en la zonal alcanzó 0.70 por ciento, en cuyo escenario la tasa medida del mismo mes de 2011 al anterior alcanza 5.05 por ciento.
En el sube y baja, de acuerdo a la investigación de la firma encabezada por Julio Millán, creció un inaudito 73.84 por ciento el precio del tomate verde; 23.76 el de verduras como nopales, chícharos y espinacas; 15.10 el de frutas como manzana, pera, mango y mamey, y 13.32 la manteca de puerco.
Del otro lado de la balanza, bajo 24.71 por ciento el costo de la papaya; 8.70 el de frutas procesadas; 8.55 el del transporte aéreo y cinco el de los paquetes turísticos.
