Los aparatos electrodomésticos ahora se han convertido en el hogar en gadgets. (EL UNIVERSAL)
Desde refrigeradores que hacen la lista del súper por ti, hasta ollas y lavadoras programables que puedes poner a trabajar a distancia para que al llegar a casa tu ropa esté limpia y tu cena lista, nos acercan cada vez más al hogar totalmente inteligente.
Se estima que en unos años podremos literalmente hablar con nuestra casa, si bien ya existen diferentes funciones y aplicaciones que están iniciando esta conversación, la idea es que estaremos rodeados de sensores que permitirán conocer datos como temperatura, humedad y luz ambiental, para poder crear el ambiente perfecto y disfrutarlo al llegar a nuestro hogar.
Para facilitar los quehaceres la aspiradora que pasa por todos los rincones de la casa sin intervención humana ya no es una novedad, pero esa misma tecnología se está utilizando en las cortadoras de césped que salen a trabajar, analizan la zona y calculan las rutas, incluso llegando a espacios levemente inclinados y esquivando objetos, para finalmente volver automáticamente cuando termina su tarea.
¿Qué tal tener una toalla limpia y seca todo el tiempo? Existe un toallero que no sólo seca la tela, sino que regula el grado de humedad y la desinfecta.
Otro ejemplo de equipos que pueden ser de gran utilidad en casa es una olla de arroz que puede controlarse desde un dispositivo con Android; con la aplicación puede ajustarse el tiempo de cocción, el tipo de arroz y el método para cocerlo en una cacerola equipada con tecnología RFID y un chip que envía las instrucciones de cocción.
Si de cocinar se trata, existe una cuchara inteligente que se ajusta a la medida necesaria en función de la receta que se está preparando, la misma se conecta a la computadora y se modifica de acuerdo a las instrucciones y al ingrediente.
Hay una opción para enviar un mensaje de texto a una cafetera para que esta inicie el proceso de preparación, pero lo que hace verdaderamente novedoso este sistema es que personaliza cada taza literalmente imprimiendo en el líquido los últimos números del celular, los que por supuesto son comestibles. También se tiene planeado desarrollar platos que emiten sonidos de acuerdo a la comida que se está degustando.
Y para los que siempre dudan sobre si apagaron los calentadores de la estufa, existe una tecnología que permite de forma remota, encender, apagar y cambiar la temperatura de los diferentes hornos y quemadores mediante el envío de un SMS o a través de internet.
Aunque algunas ideas suenan aún futuristas ya podemos gozar de muchos de los beneficios de un hogar inteligente, en el mercado hoy es posible encontrar refrigeradores o microondas que se conectan a internet para buscar recetas o brindar información sobre su consumo.
Samsung por ejemplo tiene una línea de refrigeradores con pantalla táctil y conexión WiFi, su función, entre otras, es tener la lista de compras al día, pues cuando el usuario nota que está por terminarse, la leche por ejemplo, lo anota en la pantalla del refri que a su vez lo envía al teléfono inteligente como recordatorio, o se encarga de mandar un mensaje a alguien más de la familia para que la compre antes de llegar a casa.
LA CLAVE ES LA COMODIDAD
Hay quien aún opina que incluir tecnología y conectividad en un electrodoméstico resulta costosa e inútil, sin embargo, marcas como Samsung y LG han comprobado que los consumidores mexicanos están dispuestos a adoptar estos productos para mejorar su calidad de vida.
Jorge Eduardo Cabrera explica que las categorías de productos han evolucionado porque los consumidores están realizando de una manera diferente sus labores diarias en el hogar: "vemos algunas tendencias sociales que están haciendo que el mercado se comporte de una forma diferente, la gente se casa y tiene hijos cada vez a edades mayores y los dos trabajan, sus necesidades son distintas; la conservación de los alimentos es muy importante porque ya no pueden ir con tanta frecuencia a comprar víveres".
Un enser mayor tiene una duración de entre nueve y 16 años, por lo general cuando las personas se casan o eligen vivir solas enfrentan la primera decisión de compra de esta clase de productos, y Samsung identifica que los jóvenes están dispuestos a invertir más por ganar comodidad: "la gente está cada vez más dispuesta a pagar un poco más por tener una vida más tranquila, busca su satisfacción personal, por eso es indispensable incluir más tecnología, sobre todo en los ámbitos urbanos, porque las personas pasan menos tiempo en casa, por eso hay cafeteras programables, refrigeradores que hacen las compras por internet, aires acondicionados que pueden activarse para que la casa esté fresca cuando llegues".
Bajo esa premisa la marca lanzó en México su lavadora Grace-S con un sistema de control inteligente y Wi-Fi que a través de un enrutador inalámbrico y una aplicación en el teléfono inteligente permite a los consumidores vigilar las selecciones de ciclo, el tiempo restante y recibir alertas de que concluyó el lavado, así como prender o poner en pausa la lavadora de forma remota.
Esta lavadora envía alertas a los teléfonos inteligentes de los consumidores y cuenta con una pantalla táctil LCD.
Cuidando el medio ambiente
El consumo de agua en México es de mil 500 litros diarios por familia, de éstos el 37% se utiliza al lavar la ropa, es decir, que esta práctica representa el mayor uso del líquido, seguido por el aseo personal. Ante estas cifras la empresa mexicana Mabe desarrolló una tecnología que permite ahorros de hasta 120 litros.
De acuerdo con estudios realizados por la marca, se estima que el ama de casa lava ocho veces a la semana utilizando un promedio de 200 litros por cada carga, pero la tecnología en las lavadoras Aqua saver permite utilizar sólo 80 litros, llevando a ahorros anuales de casi 50 mil litros, equivalente a 2 mil 500 garrafones de agua.
Creado por mexicanos, estas lavadoras utilizan un sistema de recirculado de agua, además programan la cantidad de agua necesaria para el lavado. Su producción que se lleva a cabo en su planta de Saltillo, implicó una inversión de 3.7 millones de dólares y tomó alrededor de tres años entre estudios, pruebas, comparativos y modificaciones.
Por sus resultados, no sólo el ahorrar 60% en agua, sino también por disminuir en un 50% el uso de energía eléctrica, la Comisión Nacional de Agua (Conagua) le otorgó a Mabe el Sello de Grado Ecológico, siendo la primera lavadora en recibir esta certificación.