En busca del heroísmo perdido
Un buen día Clara le anuncia a Julio que se va de su lado. Él deberá reflexionar el motivo de su partida y tratar de definir la posible razón por la que todas sus novias lo abandonan, mientras sueña con ser un gran escritor a pesar de que sólo ha publicado un cuento.
Las crisis existenciales siempre causan dolor, sobre todo cuando son desatadas por la mujer que se ama: un buen día ella pide tiempo para pensar si continuar o no con la relación y después se aleja sin decir razones, provocando miles de dudas que inevitablemente conducen al diván de una psicóloga.
Esta es la premisa de Épica de bolsillo para un joven de clase media, autoría del novel escritor César Tejada publicada por Editorial Planeta. Y aunque el punto de partida quizá parezca sencillo en realidad es mucho más complicado, ya que además el protagonista se enfrenta a la orfandad del padre y el desarrollo del texto está planteado a manera de un psicoanálisis.
DOS SEMANAS PARA PENSAR
César Tejeda es originario de la Ciudad de México, nacido en 1984; actualmente es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas. Ha sido colaborador de diferentes revistas como Playboy México y ésta, su primera novela, es amena mas no por ello poco profunda. En una entrevista a Notimex, él mismo la definió como una obra “sobre la cotidianidad y la incertidumbre a la que se enfrentan los individuos ante las relaciones humanas y las rupturas de éstas”.
Así, retrata a un sector de la sociedad: ese que sueña con la fama por desempeñar una actividad artística a la vez que disfruta de un buen concierto de Café Tacvba y se burla de la frivolidad característica de su círculo. La Condesa y los cafés son los escenarios donde lo mismo se habla de negocios que de los altibajos propios de los noviazgos.
Con ese contexto, la historia se desarrolla en el DF, en el año 2009, y narra las vivencias de un joven de 25 años llamado Julio, quien durante un año vivió con su novia Clara, de la cual está profundamente enamorado. Adora que le escoja la ropa, que le diga que es un artista, y que alterne dos playeras infantiles para dormir: Una estampada con hormiguitas y otra con tostadora.
Todo inicia un martes, día en que Clara abandona a Julio; conforme avanzan las páginas se sabe que la situación se prolonga por dos semanas, plazo que todas sus ex le han pedido para meditar el futuro de su vida juntos. Por desgracia para el protagonista ese lapso siempre resulta fatalista; y curiosamente los rompimientos siempre tienen como escenario un Sanborns de Insurgentes.
Durante el ‘periodo para la reflexión’, Julio apunta en una especie de diario o bitácora su sentir; así se entera el lector de su anhelo de ser escritor y de cómo maneja la ausencia de un padre que lo aconseje sobre cómo tratar a las mujeres o la manera de abordar las rupturas amorosas. También comparte las interpretaciones de lo que sueña, las cuales por cierto están muy alejadas de su realidad.
El texto se desenvuelve con agilidad, si bien los flashbacks siempre están presentes, obligando al lector a mantener la atención en pequeños detalles, aun los que pueden parecer superficiales.
La trama posee asimismo tintes autobiográficos ya que Julio al igual que Tejeda dirige revistas literarias y es colaborador de la Playboy. Y así como su protagonista, César ha experimentado la ausencia paterna. Represento al padre ausente como una silla vacía en el comedor. Julio tenía que ser un personaje solitario; un padre en casa significa mucha compañía, confesó el autor en una entrevista publicada en el periódico El Economista.
El psicoanálisis juega también un papel fundamental en esta obra donde cada día que transcurre es un capítulo. Julio sólo confía en su psicóloga para contarle sus problemas, pues necesita del vínculo económico para que alguien resuelva sus conflictos existenciales y lo invite a cerrar círculos con sus ex novias, con quienes recuerda haber tenido siempre buen sexo, pero nunca llegó a quererlas como a Clara.
DE HEROÍSMO Y ABANDONO
El nativo de la Ciudad de México ha comentado que el título de la novela proviene de una afirmación de Mario Vargas Llosa sobre la clase media, a la cual definió como “la clase sin heroísmo por excelencia”, donde todo es rutinario, carente de aspiraciones revolucionarias o épicas.
El humor y la sátira son una constante en este volumen, donde se detecta influencia de plumas como José Agustín pero sobre todo de tres obras que abordan el tema del abandono: Herzog, de Saul Bellow, Opiniones de un payaso de Heinrich Böll y Memorias del subdesarrollo, de Edmundo Desnoes. No me percaté de que esas novelas me habían influido cuando comencé a escribir el libro. Llegué a ellas por azar y las leí una detrás de otra y sin proponérmelo, sin que nadie me advirtiera que tenían más o menos el mismo punto de partida: la cotidianidad en la vida de un hombre que fue abandonado por su mujer. Comencé la escritura de Épica de bolsillo... y, como a la mitad, me di cuenta de que me habían inspirado. Así fue mejor. En el caso contrario habría estado temeroso de imitarlas todo el tiempo, dijo el autor a El Economista.
Sin duda César Tejeda se presenta con un muy buen debut literario, que obliga a seguir la pista a su recién inaugurada trayectoria.
Twitter: @lharanda