Bales, de 38 años, fue descrito este fin de semana como un vecino ejemplar y buen padre de familia, por lo que su vinculación con la masacre de los civiles afganos del domingo pasado conmocionó a los residentes de la zona aledaña a su casa en el estado de Washington.
El soldado sospechoso de la masacre de 16 civiles en Afganistán, identificado como el sargento Robert Bales, se encontraba hoy en confinamiento solitario en la prisión federal de máxima seguridad de Fort Leavenworth, Kansas.
Bales, de 38 años, fue descrito este fin de semana como un vecino ejemplar y buen padre de familia, por lo que su vinculación con la masacre de los civiles afganos del domingo pasado conmocionó a los residentes de la zona aledaña a su casa en el estado de Washington.
“Me devastó completamente, estoy descorazonada, conmocionada por completo”, declaró a la cadena de noticias CNN una amiga de la familia. “Lo describiría como alguien divertido (...) super cariñoso, amistoso, muy bueno con sus hijos”.
La residencia de la familia Bales, ubicada cerca de la base donde se encontraba estacionado en Washington, fue puesta a la venta el lunes pasado y su familia fue trasladada a una base militar por razones de seguridad.
Bales cumplió tres misiones militares en Irak, donde sufrió un ataque que le provocó heridas cerebrales, a pesar de lo cual fue enviado por el Pentágono a una misión en Afganistán.
Su abogado John Henry Browne describió el estado de ánimo de Bales como “el de un venado conmocionado por lámparas potentes”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien prometió una investigación sobre el caso, lamentó esta semana el asesinato de vidas inocentes, que consideró como un acto “atroz e inaceptable”.
El secretario de Defensa, Leon Panetta, aludió el lunes a la posibilidad de que el sospechoso enfrente la pena de muerte.
Bales es sospecho de haber asesinado a 16 civiles el domingo pasado en Kandahar, en el sur de Afganistán.
