A Sí como eliminó a dos mujeres y tres hombres para participar en el Gobierno del DF, con esa facilidad podría el Partido Acción Nacional enviar a la lona a Josefina Vázquez Mota y a Santiago Creel, a fin de declarar candidato presidencial a Ernesto Cordero, favorito de Los Pinos. El partido azul intentó eliminar a los panistas adherentes en el proceso interno para favorecer al extitular de Hacienda.
Doña Isabel Miranda de Wallace, luchadora social y ajena a la política, no esperaba que quien manda en el PAN se fijara en ella para ser candidata al gobierno del DF. Pero aceptó al momento y se le querrá utilizar para golpear al PRI y a partidos de izquierda en el DF.
Es señal inequívoca de las arremetidas panistas contra sus oponentes. A Enrique Peña Nieto le atiza con furia la dirigencia blanquiazul e igual hacen los precandidatos presidenciales porque no dijo los nombres de tres libros, o porque su hija empleó el término "prole".
El inminente candidato del PRI es criticado porque invitó a uno de sus actos al góber precioso de Puebla, Mario Marín, por cuya mala fama no debe participar en actos públicos, a juicio de los propios priistas. Igual comentan de los exmandatarios estatales, Ulises Ruiz de Oaxaca y el veracruzano Fidel Herrera.
El nuevo choque del exgobernador Arturo Montiel con su exesposa, la francesa Maude Versini, debido a la custodia de sus tres hijos, puede ser motivo de otro ataque a Peña Nieto porque, se afirma, ella parece dispuesta a revelar "acuerdos secretos" de ambos exmandatarios.
Eso y mucho más espera al abanderado del PRI, partido al que el régimen del presidente Calderón pretende relacionar con el narcotráfico. A falta de propuestas de suficiente peso específico, y tras ser derrotado por Vázquez Mota en acusaciones sobre pobreza, Ernesto Cordero dirige dardos constantes al partido tricolor porque el hampa de las drogas domina en entidades gobernadas por ese órgano político.
Pretende ignorar Cordero que el narcotráfico se disparó por dos hechos incontrovertibles: la fuga de "El Chapo" Guzmán -hoy el más poderoso capo del mundo- al inicio del gobierno de Vicente Fox y la "guerra" declarada por el presidente Calderón al comienzo de su gobierno, lo cual agudizó los choques violentos y constantes entre el hampa y las Fuerzas Armadas.
Calderón afirmó el sábado anterior que "no todo es perseguir criminales", pero casi todos sus discursos son dedicados a ese tema. Es raro el día en que no se ocupa de lo mismo.
AL INTERIOR DEL PAN, la diputada Gabriela Cuevas y la asambleísta Mariana Gómez del Campo quedaron decepcionadas porque se les eliminó en la lucha por la candidatura del DF. Mal reaccionó el delegado en Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi de la Tijera, quien dijo que ni está afiliado al PAN y durante su vida ¡se preparó para jefe de Gobierno! Sodi ha saltado del PRI al PRD y de este partido al panismo.
Sólo el responsable de Conagua, José Luis Luege Tamargo, apoyó la designación de la señora Wallace porque, argumentó, ella es mejor luchadora que él. Vaya salida.
SANTIAGO CREEL Y JOSEFINA Vázquez Mota insisten en la limpieza del proceso para definir la candidatura presidencial, vistos los apoyos hacia Cordero de la cúpula albiazul. Sin embargo, no advierten cuál sería la maniobra para encumbrar al exhacendario, si a duras penas llega al 12% en las encuestas.
Josefina y Creel han de estar preparados para cualquier golpe bajo, como lo está Enrique Peña por cuanto le espera de aquí a finales de junio próximo. Se aproxima una de las batallas más sucias de cuantas hayamos visto en política.
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