De las dos mil 900 casas funerarias que existen en el país, 50 por ciento opera sin estándares de calidad, lo que implica precios excesivos y un servicio deficiente que incluso puede incurrir en riesgos sanitarios, afirmó el director Ejecutivo de Funerarias J. García López, Óscar Padilla.
Consideró que una de las regulaciones que se pueden aplicar es que las funerarias estén supervisadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), así como avanzar en la regulación respectiva.
De acuerdo con el directivo, de las dos mil 900 funerarias, aproximadamente el 10 por ciento se considera de mal servicio o informal, mientras que el otro 40 se puede calificar como semi-informal.
Padilla comentó que muchas funerarias no cuentan con instalaciones necesarias para brindar el servicio de velación y ofrecer un trato digno a la persona fallecida y a sus familiares.
"Rentan instalaciones o simplemente engañan a la gente", mientras que otras tratan de tener las condiciones pero no tienen los recursos para hacerlo, situación en la que está el 40 por ciento de las funerarias a nivel nacional.
Asimismo, dijo, carecen de un listado de precios y lo que hacen es ofrecer servicios funerarios de acuerdo con las necesidades que detectan en la familia a la que pretenden sorprender, siendo ahí donde algunos abusan de los clientes, ya que suelen ser más caros que los de una empresa establecida.