Telefónica, la empresa de telefonía móvil española, ha invertido alrededor de 13 mil millones de dólares en México, tiene 21% de las líneas móviles del país, pero sólo el 13% de los ingresos en este mercado.
Esto explica por qué es el operador más "morrallero", es decir, el que tiene el menor ingreso promedio por usuario (índice conocido como ARPU, por sus siglas en inglés). Además, cerca de 30% de sus clientes, prácticamente no hacen llamadas, sólo reciben. Pues bien, están enojados en Telefónica. No están de acuerdo con las decisiones que han tomado en materia de interconexión la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Por eso, la empresa inició en septiembre de 2011, el procedimiento amistoso para tratar de arreglar las diferencias con México que menciona el Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, celebrado entre México y España en octubre de 2006 (APPRI). En el documento se establece un plazo de 6 meses -que vencería en marzo de este año- para lograr un arreglo antes de iniciar el mecanismo de arbitraje.
El tema de interconexión, usted lo sabe bien, es tan complejo como importante. Gracias a la interconexión es posible la competencia, pues permite el intercambio de llamadas entre los usuarios de diferentes operadores. Existen tarifas de interconexión cuyo monto depende del tipo de red que se utilice. La tarifa que más polémica ha causado es la que pagan las redes fijas a las móviles; recuerde que el régimen tarifario que tenemos es "el que llama paga", por lo que las redes fijas deben pagar a las móviles una parte de lo que cobran a sus usuarios por realizar llamadas a celulares. Las tarifas de interconexión son pactadas libremente por los operadores, pero si no logran un acuerdo, la Cofetel las fija. Estas tarifas tienen que cubrir los costos en que incurre la empresa que termina la llamada en su red. Esto que suena sencillo, es lo más complicado: qué costos debe cubrir y cómo calcularlos, es uno de los asuntos más discutidos; para ello se elabora una metodología que se conoce como modelo de costos.
Aquí algunas preocupaciones, argumentos y peticiones de Telefónica sobre el tema:
1. RETROACTIVIDAD. La Cofetel y la SCT han resuelto diversos desacuerdos a favor de Axtel, que pedía desde 2005 una tarifa de interconexión fijo-móvil más baja que la acordada en el lapso 2006-2010 por diversos operadores. El asunto ya lo tiene la Suprema Corte de Justicia, quien pronto determinará, entre otras cuestiones, si la SCT tiene facultades para revisar las resoluciones que dicta la Cofetel en materia de interconexión, y si es válida la aplicación retroactiva a 2006 de una tarifa menor (42 centavos de peso por minuto). El tema es complicado, de quedar firme la retroactividad, Telefónica tendría que devolver a Axtel (y a Telmex) los millones de dólares de diferencia entre ambas tarifas. Telefónica argumenta que el efecto de esta devolución no llegaría a los usuarios, y que Axtel estaría cobrando doble, pues durante esos años, trasladó al cliente la tarifa que ahora pretende recuperar. Así que, si quien pagó la tarifa "alta" fueron los usuarios de Axtel y no la empresa, por qué habría que regresarle a Axtel dinero que no salió de su bolsa.
2. MODELO DE COSTOS. Telefónica sostiene que el modelo de costos en el que se basó la Cofetel para fijar la tarifa de interconexión fijo-móvil, contiene algunos supuestos que no son realistas y por lo tanto no refleja la situación del mercado mexicano. Considera, además, que debe incluir cálculos relacionados con el tipo de espectro que tiene cada empresa (por ejemplo, la banda de 800 MHz requiere menos inversión en infraestructura que la banda de 1.9 Ghz.), así como un módulo de cobertura, pues este modelo sólo mide el tráfico. Según la empresa, la tarifa de 39 centavos fijada por Cofetel, está por debajo de sus costos. Asimismo, han pugnado porque los modelos de costos se elaboren bajo procesos públicos abiertos, plurales y transparentes como sucede en otros países.
3. TARIFAS ASIMÉTRICAS. La Cofetel ha fijado la misma tarifa de interconexión fijo-móvil para todos los operadores. Según el informe Colombia Móvil Tigo, realizado por la consultora Analysys Mason (misma empresa que elaboró los modelos de costos para Cofetel), en algunos países, la regulación asimétrica de los cargos de acceso en telefonía móvil, entendida como el cobro diferenciado de cargos de acceso entre las diferentes empresas, ha sido utilizada como medida para conseguir reducir el grado de concentración de mercado, pues al aumentar la cantidad de recursos disponibles del operador más pequeño, los hace más rentables y les permite invertir en el crecimiento de su red y por lo tanto incrementar su cuota de mercado. Con este argumento, Telefónica ha pedido la aplicación de tarifas asimétricas de interconexión, que gradualmente vayan ajustándose con el tiempo.
Estos son, querido lector, algunos de los temas que aquejan a Telefónica y que ya están dando dolores de cabeza a Bruno Ferrari, secretario de Economía, y responsable de la aplicación del APPRI. Lo mantendré informado de la decisión de la Suprema Corte al respecto, y de la evolución del tema en la Secretaría de Economía.
Cambiando de tema, ahora es Iusacell la que intenta desacreditar a Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia por tratar de impedir, según ellos, que se consume la compra del 50% de Iusacell por Televisa. Y es interesante porque aseguran que intenta proteger los intereses de Telmex y Telcel. Sí que le hacen un favor al funcionario con estos comentarios, pues recientemente lo recusó Telcel del asunto de la megamulta sosteniendo exactamente lo contrario. El mayor prestigio que puede tener un funcionario con las responsabilidades de Pérez-Motta, es que nadie lo quiera. Enhorabuena.
Ya puedes consultar en el sitio de Observatel www.observatel.org, la convocatoria y las bases para participar en el Primer Concurso Nacional de Ensayo sobre telecomunicaciones con el tema "La Propiedad Cruzada de Medios en México". Organizan: Observatel, Nextel Fundación y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. El tema -y los premios- es atractivo.
