Complicación. La importación de leche en polvo que se utiliza para la elaboración de quesos, yoghurt y otros productos, se ha convertido en uno de los principales enemigos de los lecheros del país.
Mientras que la leche no está exenta de la inercia en el alza de precios de alimentos básicos en el país, poco a poco los pequeños establos desaparecen en la Comarca Lagunera, debido a que los insumos son caros y les ofrecen muy poco por el producto.
El diputado Alfredo Ordaz Hernández, dijo que incluso las empresas con mayor capacidad de producción se tambalean debido a la carestía de los forrajes y la competencia inequitativa de la leche en polvo.
En La Laguna hay ejidos completos en donde productores que tenían entre 10 y 30 vacas lecheras para el sustento de sus familias, se han quedado sin nada pues ya no pudieron costear su sostenimiento.
Y es que además las compañías líderes en la comercialización de lácteos han impuesto un riguroso régimen alimenticio para comprar la leche a los pequeños establos, situación que ha contribuido al encarecimiento para mantener a los animales.
Los insumos se encarecen y quienes llevan la peor parte son los consumidores y los pequeños productores o lecheros de traspatio, pues cuando la leche "bronca" se paga hasta en 4.50 o 5.00 pesos, en los comercios puede valer alrededor de 20 pesos.
Ordaz Hernández, consideró que el nuevo Gobierno Federal, deberá implementar medidas para apoyar a los productores de traspatio, con la finalidad de que no se siga afectando la economía de las familias que por mucho tiempo se han dedicado a producir leche.
El precio de la leche bronca es bajo y las exigencias en cuanto a calidad son muy altas, por lo que la leche importada en polvo tiende a ganar terreno en el país.
Y es que para elaborar derivados lácteos resulta mucho más económico y fácil utilizar dicho producto, basta ver las etiquetas de los yogurt, quesos y otros productos, para comprobarlo.
El legislador cenecista, de ascendencia lagunera apuntó que la tonelada de forraje cuesta arriba de los mil pesos y es posible que el precio se eleve aún más, debido a que aún persisten los efectos negativos de la sequía que se presentó de 2010 a 2012.
El siglo de torreón