La Fiscalía colombiana determinó que dos sacerdotes homosexuales que aparentemente murieron asesinados en enero de 2011, encargaron a sicarios su propia muerte, informó ayer el diario El Tiempo. Los sacerdotes Rafael Reátiga y Richard Píffano pagaron 7 mil 500 dólares a dos sicarios para que les quitaran la vida, luego de que informes médicos confirmaron que padecían enfermedades terminales que las fuentes no precisaron.
El diario, que citó investigaciones de la Fiscalía, indicó que ambos religiosos eran pareja y frecuentaban sitios nocturnos de la comunidad gay en la capital colombiana.