Descubrimiento pictórico. Esta es una de las 27 representaciones de imagenes encontradas en la pintura rupestre de El Oro, la cual ya está siendo analziada por personal especializado del INAH; se cree que data de hace más de 600 años.
Una pintura rupestre de más de 600 años de antigüedad fue localizada en el municipio de El Oro, donde una empresa pretende instalar una mina; es el primer vestigio que se tiene del lugar y a partir de ahí se estudiará qué grupos habitaron la zona.
Rosa María Ortiz Barrera, restauradora, es la encargada de estudiar la pintura rupestre encontrada, la cual tiene una extensión de 16 metros de largo por dos y medio de alto.
En esta extensión se han encontrado 27 representaciones o motivos reconocibles, además de líneas y trazos.
Pero, señala la restauradora, abajo de algunas de estas representaciones existe otra pintura mucho más vieja, por lo que en este mural se encuentran rastros de dos civilizaciones que vivieron en una misma zona en dos tiempos diferentes.
La pintura se encuentra a las faldas de un cerro, en lo que se le conoce como panel rocoso cerca del poblado Casas Blancas, en el municipio de El Oro.
Sin embargo, señala la restauradora, en una primer visita que hicieron al lugar, los vecinos del poblado y otros cercanos dicen que ya habían visto esa pintura, pero nunca habían dado parte de la misma, hasta ahora que una empresa minera pretende abrir una mina en la zona y los empresarios mineros solicitaron al INAH realizar estudios para sacar vestigios arqueológicos que pudieran existir, porque se han encontrado puntas y otros objetos prehispánicos, incluso rocas alineadas apuntando hacia donde sale el sol en el equinoccio.
Pero aparte de este mural, los mismos habitantes del municipio de El Oro señalan que existe otro cercano, pero hasta ahora los arqueólogos no han dado con él.
Las representaciones de este mural ya encontrado van desde rituales religiosos hasta la forma en que la gente de esa cultura veía a las personas diferente a ellos, dibujándolos en forma de chango, pero también diferentes trazos que pudieran presentar similitud con otras pinturas.
Otra representación encontrada en el mural es una figura que parece la pizarra de algún juego, "son trazos interesantes para analizarlos y restaurarlos", concluyó Ortiz Barrera.
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