Sam y Nik Ghera. (The Sun)
Sam Ghera se sorprendió al ver que su estado de cuenta presentaba una factura por 1, 789 dólares, el cargo había sido hecho por su hijo de 12 años por jugar Xbox.
Ghera había registrado sus datos de la tarjeta de crédito para pagar a su hijo, Nik, una suscripción mensual por poco más de nueve dólares, para que pudiera jugar en línea con sus amigos.
Sin embargo, Nik comenzó a cambiar ‘Microsoft Points’ creyendo que eran puntos que había ganado consiguiendo logros en juegos como FIFA o Call of Duty, por lo que hubo veces en que gastó hasta 155 dólares solamente en un día de juego.
El padre se dio cuenta al intentar realizar un retiro de efectivo de la tarjeta de crédito, pero le informaron que había llegado a su tope crediticio, lo que le causó horror al descubrir la cantidad gastada. Pensó que había sido hackeado, pero en el banco le dijeron que eran cargos legales.
De ahora en adelante, Sam advierte a los padres sobre los cargos ocultos o automáticos que se pueden dar al picar sólo un botón de la consola de videojuegos.
^HA