El gobierno español aprobó hoy un plan que endurece las medidas contra el fraude fiscal, como la eliminación de prescripción de las rentas no declaradas, limitar las operaciones de pago en efectivo y otras.
En un comunicado, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas indicó que con este plan se pretende “el mismo objetivo de reducir la economía sumergida y elevar el número de contribuyentes que cumplen con sus obligaciones tributarias”.
Entre las medidas aprobadas, se limitan los pagos en efectivo superiores a dos mil 500 euros (unos tres mil 200 dólares) cuando intervenga al menos un empresario o profesionista; mientras que es de 15 mil euros (19 mil dólares) en caso de particulares no residentes.
El incumplimiento de esta medida tendrá una sanción, tanto al pagador como al perceptor de 25 por ciento del valor del pago satisfecho en efectivo.
La iniciativa crea una nueva obligación para que los contribuyentes informen sobre cuentas y valores situados en el extranjero, y su incumplimiento conllevará una sanción específica.
El gobierno declaró con este plan la imprescriptibilidad de las rentas no declaradas, por lo que las rentas descubiertas que no hayan sido declaradas se imputarán al último periodo impositivo de entre los no prescritos.
Aclaró que en el caso del Impuesto de la Renta de Personas Físicas (IRPF), “la tributación de las rentas descubiertas conllevará la aplicación de tipos marginales, en muchos casos superiores al 50 por ciento”.
Asimismo la liquidación de intereses de demora correspondientes a cuatro años y la exigibilidad de las sanciones tributarias correspondientes, mientras que en muchos casos la cuantía de la cuota defraudada conllevará que el incumplimiento sea constitutivo de delito fiscal.
