PRI. Enrique Peña Nieto, precandidato presidencial del PRI, acompañado de Mario Marín, exgobernador de Puebla, se reunió con la militancia tricolor de esta entidad.
Enrique Peña Nieto advirtió que durante la jornada electoral federal del próximo 1 de julio no estará en juego sólo la Presidencia de la República y la integración del Congreso de la Unión, sino el rumbo y el futuro del país, y endureció sus críticas a la década del gobierno nacional del PAN.
Ayer martes, en dos momentos, el precandidato único del PRI a la Presidencia subrayó que los comicios de 2012 pueden ser el inicio de un nuevo cambio, una nueva alternancia y una nueva transformación nacional. Llamó al priismo a no confiarse, pese a estar al frente en las encuestas.
Subrayó que las encuestas sólo son fotografías de un momento e insistió en que el propósito de los comicios de julio es mayor: "Asumir una visión histórica para revertir el rezago que México tiene, devolverle la esperanza y rumbo cierto para llevarlo a condiciones de mayor grandeza".
Por la mañana, en el Hotel Presidente, Peña Nieto responsabilizó a las administraciones panistas de la situación de pobreza, desempleo y violencia que hoy aquejan al país después de una década. Por ello, aseguró que el PRI es la única alternativa y "esperanza" para lograr un cambio benéfico en México.
Recalcó que el indicativo más grave está en la violencia, cuyo combate no es tarea de un solo partido. Asentó que la estrategia del Estado contra el crimen organizado "es insuficiente y pobre... Los gobiernos de la derecha han dejado mal a México", afirmó.
"Al tratarse de una misión de Estado, lo digo para aquellos que reivindican esto como una causa propia, cuando la estrategia ha sido insuficiente y pobre". Destacó que la tasa de homicidios pasó en 10 años de 10 a 23 por cada 100 mil habitantes.
