Como he expresado en otras ocasiones soy escéptico a los resultados concretos que se discuten en estos Foros y el reciente celebrado en Davos, Suiza no ha sido la excepción; con la concurrencia de los grandes protagonistas mundiales del momento, jefes de estado, líderes políticos, investigadores y además muchos de los importantes dueños del dinero empresarial que buscan ideas, relaciones, oportunidades, y a escuchar prestigiosos expositores para obtener ideas que puedan ponerse en práctica en sus cotos exclusivos.
En mi opinión lo que queda en claro es que seguiremos inmersos en la volatilidad, incertidumbre, sobre saltos y sorpresas inesperadas en el panorama financiero, comercial, político y social además, de que ya no se trata solo de Europa y EE.UU. además hay que esperar y no por mucho tiempo, lo que pueda pasar con la economía asiática.
Los discursos brillantes magnificados por los medios de comunicación (esos medios) por conducto de sus especialistas tratan de convencernos de la intensidad de los temas, pero en realidad en ningún momento en esta reunión, se puso de manifiesto el que hacer ante la problemática actual, fuera de la continua intervención por parte de los gobiernos además queda al margen como mejorar la calidad de vida de la humanidad. Varios de los jefes de empresas más importantes del mundo que asistieron reconocieron que el capitalismo está agravando las desigualdades sociales, como si ellos no tuvieran participación o responsabilidad en el sistema considerando que es mejor que cualquier otra alternativa. Incluso algunos de ellos tomaron el camino fácil de culpar a los gobiernos.
Desde luego no es posible escapar a la realidad de que, en el escenario global el papel que desempeñan los gobiernos es completamente diferente. Tradicionalmente los gobiernos se han considerado a sí mismos como depositarios del poder. Sin embargo, los gobiernos y políticos encontraran que la sociedad está cambiando y que una gran parte de su poder ha desaparecido; los gobiernos y los políticos deben de entender que cuanto más traten de presionar solo con el poder y no con compromisos y acciones efectivas dicho poder dejara de funcionar y ellos se verán más patéticos e impotentes. Quiero terminar destacando dos declaraciones de ámbitos diferentes:
Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional, dijo que "hemos perdido la brújula moral" y advirtió que si los gobiernos no invierten en la protección social ahora, "vendrá una turbulencia social que a nadie le va a gustar".
Por otra parte el director general de la firma contadora Deloitte, Joe Echeverría, habló de desarrollar un "capitalismo compasivo, equilibrando la necesidad de proteger a la sociedad con la de evitar ahogar el crecimiento, creo que eso debe manifestarse a través de las decisiones que toman los gobiernos y las empresas"... ¿se quiere o no se puede?
