Como mencioné en mi colaboración al suplemento anual, el mundo está enfrentando, independientemente de la situación de Estados Unidos, los problemas de las economías europeas que están enfrentando situaciones inéditas en la época moderna; principalmente la deuda soberana impacta a 12 de los 17 integrantes de la eurozona iniciada en Grecia e impactando severamente a Italia, Portugal y España.
Ante las indecisiones del Banco Central Europeo, Alemania y Francia principalmente se han constituido en los ejes que permitan solucionar la severa crisis de deuda en este continente, las renuncias de Papandreu y Berlusconi a los gobiernos griego e italiano, respectivamente, facilitaron destrabar el proceso de reestructuración financiera de los países con problemas. Alemania en particular en voz de su canciller Angela Merkel ha definido con crudeza la situación de la UE en la cual destaca que los miembros de la misma comparten un destino común y en sus propias palabras afirma "si fracasa el euro, fracasa Europa" .
Alemania quiere imponer medidas disciplinarias en forma muy rigurosa a cambio de sacar del apuro a los países europeos, que han caído debido a su incapacidad política y económica para afrontar la crisis; el nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afirma que "ninguna nación quiere arrojar su dinero por la ventana" .
La semana que terminó, las continuas noticias negativas redujo el valor del euro al resentir el peso de las repercusiones de la crisis de la deuda, al caer el euro se extiende la aversión al riesgo por parte de los inversionistas, quienes toman precautoriamente acciones que benefician las monedas de los mercados emergentes y también a las materias primas que en este último caso causa efectos colaterales negativos como sucede en nuestro país.
Por consiguiente debemos darle seguimiento a la situación europea que aún enfrenta una crisis que al parecer no se ha controlado tanto por los aspectos políticos, financieros y económicos así como por la complejidad en la toma de decisiones de quienes integran la comunidad europea.
Por lo que se refiere a Estados Unidos, aun cuando se ha despegado de la posibilidad de una recesión, pero ha entrado en una fuerte desaceleración y debemos de considerar que se está llegando a las fechas programadas para retirar los programas de subsidios y de gasto público y es muy posible que también dejarán de funcionar los programas de recorte de impuestos lo cual en mi concepto marcará una etapa definitoria para la marcha económica en este país, sin olvidar que el desempleo sigue siendo muy alto y puede traer otro tipo de repercusiones aunado al año político en este país.
En nuestro país la Secretaría de Hacienda asegura que México está bien y que no se aprecia ningún desbalance relevante ni en lo externo, ni en lo financiero, fiscal y en materia de inflación, además de tener ordenado el aspecto fiscal en opinión del secretario José Antonio Meade. Por su parte, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, anticipa un escenario muy complicado, ya que por las situaciones externas de muchos países complicarán la recuperación económica global y reducirán la demanda externa, por lo cual perjudicará nuestras exportaciones.
Por consiguiente, al tener un crecimiento favorable pero no suficiente para el presente año, que podrá ser de un 3.5%, que es insuficiente para satisfacer nuestras necesidades económicas y sociales y en nuestro caso, tenemos que mantener estrecha vigilancia por el comportamiento de la economía de Estados Unidos, ya que a pesar de los buenos indicadores macroeconómicos seguimos rezagados en la generación de empleos y en el ingreso de las familias.
