Los ferrocarriles portugueses circularon de forma parcial, con graves problemas sobre todo en los servicios de cercanías de la capital, por una huelga de maquinistas que se prolonga toda esta semana.
Con el nuevo paro, los sindicatos ferroviarios, que este año han celebrado ya varias huelgas y reducen el servicio los festivos, protestan por los recortes en la empresa de ferrocarriles y exigen al Gobierno que dé marcha atrás en la reducción a 50 por ciento de los pagos correspondientes a esos días y a las horas extra.
Según la compañía estatal Comboios de Portugal (CP, Trenes de Portugal), la huelga parcial de ayer impidió que funcionaran normalmente casi dos tercios de los servicios de cercanías urbanas de Lisboa.
En todo el país la huelga tuvo una incidencia variable, de 43 a 65 por ciento de los trenes previstos en los servicios interurbanos y los trenes rápidos que unen la capital y Oporto, aunque las conexiones con España no se vieron afectadas.