Fascina. El público quedó satisfecho por el gran concierto que ofreció el músico, sin importarles haber pasado horas en la fila para poder ver a su ídolo.
De pantalón oscuro, saco rojo, con su cabellera alborotada y esa sonrisa que es su distintivo, Sir Paul McCartney abrió el show alusivo al On The Run Tour la noche de ayer en el Zócalo de la Ciudad de México. Pasadas las 21:00 horas, dio inicio el concierto gratuito.
"Buenas noches México. Hola DF. Estamos muy contentos de estar aquí, en el Día de las Madres", dijo "Macca", leyendo textos que tenía en el piso del escenario.
Previamente, la multitud lanzó ovaciones cuando las pantallas a los costados del escenario mostraron imágenes del ex Beatle.
A las 19:00 horas la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal reportó que la plancha del Zócalo se había llenado y las personas que se encontraran en la zona podrían ver el concierto desde las pantallas instaladas en calles aledañas.
Casi 100 mil personas, según organizadores, se convocaron para ver al inglés que con su sola presencia alborotó a la concurrencia.
Y fue con Hellogoodbye con la que comenzó el recital. La gente se volcó en vítores.
Y arrancó, sin decir agua va, con All My Loving.
"Voy a hablar un poco de español y un poquito de inglés", advirtió el legendario ex Beatle y remató con "¿Están listos?" en inglés.
Después tocó Jet.
Luego dijo "muchas gracias chilangos" y la audiencia se lo agradeció con el clásico "oé, oé, oé...".
Posteriormente siguió con Drive My Car y Sing the Changes.
