Presumimos el ser mexicanos y nos asustamos ante los sacrificios humanos y odiamos a Cortés. (Ahora que fui a Veracruz, quien nos tocó de guías en San Juan de Ulúa, ¡Como le echaba pestes a Cortes! ¡De sanguinario no lo bajó!).
Bueno, en realidad para calificar a un hombre, ni pintados; sobre todo cuando no nos toca estar en medio de las gestas, balaceras y demás; así de lejitos, nada más de lejitos, se nos antoja convertirnos en jueces de las personas que ante todo han sido hombres cuya influencia nos ha traído a lo que somos.
Los aztecas y Cortés ¿Qué tanto nos ha interesado saber de ellos? ¿Ha oído hablar de Itzcoal? Aún los de Saltillo presumen mucho en una de sus calles de Xicotencatl ¿El padre o el hijo? Bueno, para presumir de un devenir histórico lo bueno es que alguien nos diga ¿Cual de los dos? para no equivocarnos.
Nuestra nacionalidad comenzaría en resolver el problema de la conquista, para poder comprender de qué nos independizamos.
Si esperamos a que nos digieran la historia habríamos de conformarnos con los libros de texto y ya ven ustedes cuantas críticas se les hacen. Otras fuentes de información son los documentos originales. Pero aquí nos topamos con pared.
En primer lugar: los códices, libros de los aztecas, los originales no existen; ya que dos veces fueron destruidos: la primera por los aztecas que rehicieron la historia para aparecer en la nueva versión como la consecuencia obvia de los procesos históricos. (Ni Hegel ni Marx habían nacido y no creo que conocieran anda del destino manifiesto). La segunda versión fue destruida por las huestes del propio Cortés. Que ha falta de comprensión consideraron esos dibujos productos de una acción diabólica y los quemaron. Así que ¿De donde surgen los códices que guardan algunos museos europeos porque hasta eso, en México no existen muchos? ¡Ah! De la acción de los monjes que vinieron detrás de Cortés, uno de los principales Fray Bernardino de Sahagún que una vez enterados de la riqueza de lo destruido intentaron de recuperarlo. Invitaron a los viejos indígenas que su escuela en Tlatelolco y los hicieron reproducir sus dibujos y junto a ellos escribieron la traducción. Esos son los códices que conocemos.
Afortunadamente lo que si conocemos, es la versión de primera mano de los propios conquistadores, y antes de ellos los primeros exploradores de este continente, comenzando con las cartas de viaje de Cristóbal Colón; Existe la vida del almirante comentada por su propia hijo, don Hernando, o los viajes comentados por Martín Fernández de Navarrete.
Podemos continuar con las cartas de Hernán Cortés escritas al Rey Carlos Quinto o primero según se vea Alemania o España, y de ahí, todas las versiones que de la conquista se nos da comenzando por al verdadera historia de Bernal Díaz del castillo y las que hicieron que esta se escribiera, o sea; las que están en contra de ellos: López de Gómara, Bartolomé de las Casas. Una vez confundidos podemos seguir indagando en otras crónicas como la de Prescott o en la versión que dan los propios indígenas (hay que aceptar que españolizados) como Álvaro Tezozomoc, o la versión de Durán, o la de los vencidos compilados por León Portilla o algún otro autor.
Bueno pues, en el principio ¿Qué era? No le haga caso a Gary Jennings existen autores un poco más serios como Piña Chan que escribe sobre Quetzalcóatl o Laurette Séjornuné que en su libro pensamiento y religión en México, habla sobre el mismo personaje. También podemos referirnos a Matos Moctezuma quien escribe los dioses que se negaron a morir o algún otro estudio como religión e imperio de Conrad y Damarest o el origen de los aztecas, de Duverger.
Casi toda la crónica la puedes encontrar en "sepan cuantos" los estudios muchos los publicó la SEP, lecturas mexicanas o alguna editorial. (Lo malo es que cuando se terminan las ediciones se terminan, la vida sigue adelante y si las nuevas generaciones se lo perdieron, lo que no fue en tu año, ha sido en tu daño). (Cien de México y cien del mundo a Torreón nunca llegaron completas. En la primera colección hay material de la colonia, que escasea en otras ediciones).
Bien, decíamos, en el principio ¿Qué era? Después de la independencia tratamos de sentirnos más indígenas que españoles y si no logramos descubrir lo que los indígenas eran ¿cómo nos ponemos a Criticara los españoles? Un autor españolista muy criticado en su tiempo fue Carlos Pereyra, (así se llamaba la escuela donde curse la secundaria y la preparatoria) vuelvo a "Sepan cuantos por si a algún ex alumno le interesa saber que escribió este hombre coahuilense: La conquista de las rutas oceánicas, la obra de España en América, (tomo 498), Hernán Cortés (tomo 165), Las huellas de los conquistadores (tomo 493). Si conocen algún otro me avisan, me gusta el estilo.
Para rematar hay un libro que me encanta y es mucho más moderno, Biografía del Caribe, porque habla de toda la conquista hispanoamericana, escrita por Germán Arciniegas. (Tomo 406 sepan cuantos). Para saber como conquistaron los Franceses puede leer el filibusterismo de J.F. Gall (chin, ya cerraron el fondo de cultura. Breviarios 131).
Detrás de estos libros estoy seguro de que existen muchos títulos más. Muchas biografías de Tlacaelel, muchas de Cortes, muchas de Pizarro, O la epopeya de la conquista española como la Araucana, o la escrita por John Hemmings: la conquista de los incas. (O los comentarios Reales para conocer al historia idealizada de los incas escrita por el Inca Garcilaso de la vega, que el otro Garcilaso de la Vega es el del soneto compadre de Boscán.
¿Quería usted que leer? Aquí encuentra una mínima biografía sobre la conquista, y el imperio Azteca, muy poco sobre el inca que debe haber muchísimo más y temas afines.