Los pusieron a debatir y se dieron con todo, porque según dicen, tienen cola que le pisen; o sea, que no nos salvamos, nos irá mal por el historial que los contrincantes dicen que tienen. Se gastaron las palabras en infiernitos pero del país del futuro, muy pocas cosas que puedan recuperarse. Quien se mostró más ecuánime es el que menos tenía que perder; sin embargo, el partido que lo apoya no convence a nadie.
Creo que en el debate, los políticos no te enseñaron nada; lo hizo más la pechugona que para algunas mentes persignadas nunca debió haber estado ahí, ¡para lo que estamos acostumbrados a ver! Hemos aprendido por otras actitudes, la de los dueños de las televisoras que ponen sus intereses por delante de las necesidades del país. A ellos lo que les importa es el billete, todo lo que caiga de la publicidad política sea bienvenido. A estas altura, deberían recordarnos cuantos miles de millones de pesos es lo que se invierte en los canales de televisión, estaciones de radio y demás; dinero que sale de nuestros impuestos y que a ellos los tiene en la carrera de los supermillonarios. Pedir una compensación por lo que el pueblo les da, parece que no les causa mucha gracia. La libertad se mal entiende.
Aprendimos que las televisoras les tiene sin cuidado el futuro del país y que las penas se ahogan con el futbol; que, como promotores de la enajenación mental, toda su política de programación les ha dado muy buenos resultados, y que la culpa no la tiene el indio sino quien lo hizo su compadre, o su socio. ¿El pueblo mexicano para qué quiere educarse? Solamente para sufrir. Con la educación se corre el riesgo de que la conciencia se despierte y se vuelva crítica y ponga en cuestionamiento que la felicidad se consigue con el consumismo.
Educación, si eso de la educación, uno no lee y otro pasó por la secretaría de educación y luego por la del desarrollo social y otros cuantos puestos porque se puede ser aprendiz de todo y oficial de nada. Y luego tratan de sorprenderte, prometiéndote el oro y el moro para que votes por ello, y becas y tarjetas de débito; y se dicen economistas y no saben que los países en quiebra de Europa, comenzando por Grecia, iniciaron su calvario cuando un político inconsciente repartió a diestra y siniestra los impuestos cobrados, y por cobrar en el futuro, de tal manera de que produjo endeudamiento, e intereses de ese endeudamiento que ahora solamente se pueden pagar, matando de hambre a todo el pueblo. Eso es a lo que llevan las tarjetitas y te las siguen ofreciendo para después salirte con que sacar un acta de nacimiento te cuesta el triple.
Genialidad, ahora la industria nacional va a encontrar su salvación en los call center; para eso hay que educarse (que no sabes inglés, negrito sambo). De la maquila al call center y para ello se requiere preparatoria. A lo mejor se va a poder hablar ahí y te resuelvan que es la tragedia griega o quien fundó la primera familia de emperadores en Roma, o de perdis cuales fueron los reyes aztecas. Yo no sé. Pero eso ya lo obtienes en el internet y la computación, aunque los datos del wikipedia no sean del todo confiable y las enciclopedias de abolengo, la Espasa Calpe por ejemplo, ya no se estén publicando. Computadoras para todos que nos traigan la felicidad del primer mundo, acceso directo al rincón del vago para ahorrarse el trabajo de pensar y de hacer tareas. La mejor función que pueden enseñarte en la escuela es copiar y pegar.
Lo bueno es que en este debate sonó un nombre que yo tenía muy arrumbado: el de Jesús Tapia, productor del debate. Me imagino, por la edad que tiene, es hijo de aquel que fue mi jefe en un programa de televisión cuando laboré en el canal 13 de México en aquellos tiempos de que era canal estatal y cultural. Me puse a buscar y por lo menos encontré una referencia a quien fue mi jefecito y lo tengo en muy alta estima. Daba consejos de producción en el youtube. Es bueno saber de que personas que estuvieron tan cerca de ti aún viven; y otras pasaron a mejor vida. Quien producía ese programa y lo conducía era Tonatiuh Gutiérrez, en su tiempo campeón de natación y en aquella época director del Fonart. El programa que hacíamos era México Mágico y se realizaron como cien programas con las artesanías y fiestas mexicanas. Según tengo entendido murió por el dos mil, o dos mil uno.
Se imaginan ustedes, ¿del barro negro de Oaxaca, de los diablos de Ocumicho, del reboso de San Luis, de los arboles de la vida del estado de México, de la plata de Taxco, y de Santa Clara del cobre, a los call center? A esto es a lo que se llama modernidad.
A ti ¿qué te enseñó el debate?
Mi ciudad es chinampa.. (Chucho Tapia era cuñado de Guadalupe Trigo).
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